El pasado sábado 15 de agosto, monseñor Antonio Marino, obispo de Mar del Plata presidió la solemnidad de la Asunción de la Santísima Virgen, día de precepto para todos los católicos. Lo hizo en el templo ubicado en Santa Fe y Alvarado dedicado a la Virgen, y que está en el mismo predio del Materno Infantil.
Acompañaron los presbíteros Luis Albóniga, párroco del lugar y Sebastián Vercellone, vicario parroquial; Gabriel Mestre, vicario de la diócesis, y Maximiliano Frías y algunos diáconos permanentes.
En primer lugar se realizó la procesión por las calles del barrio con la imagen de la Virgen, y se detuvieron en un hogar de ancianos donde el obispo pudo ingresar, bendecir y saludar a los residentes. Al llegar a la parroquia, se entregaron las donaciones para el Materno Infantil que fueron recibidas por las Damas Rosadas.
Durante la homilía, monseñor Marino dijo, “La solemnidad de la asunción de la Santísima Virgen María pone nuestra alma de fiesta pues nos lleva a fijar los ojos en una belleza trascendente, más allá de toda hermosura de este mundo”. “Cuando hoy elevamos con gozo nuestra mirada a la gloria de María, entendemos esto: en esta mujer se cumple de manera singular y anticipada el destino final al que aspira toda la Iglesia. Ella es el modelo ejemplar de la Iglesia. Un gran signo de esperanza y de consuelo mientras los hombres peregrinamos”.
Luego ante el templo colmado de fieles, manifestó, “queridos hermanos, esta solemnidad de la Asunción coincide con las fiestas patronales de esta comunidad. En este día se renueva nuestro gozo ante la contemplación de la belleza de la gloria de María, pero también nuestro entusiasmo y compromiso por la misión, y tomamos conciencia de la razón de ser de nuestras instituciones”.
Finalmente, consideró, “la Virgen presente en Pentecostés, cuando nace la Iglesia, es también su madre, modelo e intercesora. Ella nos invita a salir de nosotros mismos, en primer lugar, para centrarnos como ella en Cristo y su obra de salvación universal. Nos enseña a llevar a otros la riqueza que tenemos, para contagiar la alegría de su visitación a Isabel. Durante la procesión que precedió a la misa, junto con las oraciones y los cantos de alabanza, hemos realizado gestos hermosos de solidaridad y de misericordia ante el Hospital materno-infantil y el asilo de ancianas”.
Al finalizar la eucaristía, el padre Luis Albóniga pidió al obispo bendijera algunos signos de diversos grupos de la parroquia: una imagen de la Virgen para el grupo “Dies Domini” que visita los domingos a la gente en situación de calle y el basural; una imagen para los jóvenes que misionaran en las cercanías de la parroquia, los proyectos del cinerario parroquial y de reforma del oratorio del Materno Infantil, y el material del grupo prematrimonial, a los matrimonios y a los novios.
El obispo presidió la misa del bicentenario del nacimiento de Don Bosco
Con motivo del bicentenario del nacimiento de Don Bosco, el obispo de Mar del Plata, monseñor Antonio Marino presidió la misa en la Parroquia San Pablo, obra Don Bosco de la ciudad. Cientos de fieles, gran cantidad de jóvenes y familias, participaron de la animada celebración y luego partieron en caravana hacia la Villa Don Bosco, donde los esperaba la reinauguración del monumento del santo y un almuerzo familiar.
Durante su homilía, el obispo expresó que San Juan Bosco, es actualmente conocido y celebrado en todo el mundo como "maestro y apóstol de la juventud". "El trabajo con la juventud fue la pasión que atravesó su vida. Por ellos estaba dispuesto a soportar cualquier contratiempo y fatiga. Genial educador, cuya secreta fuente de inspiración era la voluntad decidida de hacer el bien, sin más interés que transformar las vidas de los jóvenes llevándolos a Cristo. Y sabemos que el amor nos abre los ojos para descubrir necesidades e intuir caminos de solución", destacó monseñor Marino.
Más adelante, consideró "sencillo, cercano y popular, y al mismo tiempo profundo y beneficiado con experiencias místicas, se preocupaba por trasmitir las grandes verdades que iluminan nuestra vida. Por eso escribió obras de divulgación al alcance de todos. No buscaba deslumbrar sino convertir las vidas desde la simplicidad, y esto lo lograba con creces. Fundó revistas, editoriales, escuelas tipográficas. Su creatividad era ilimitada". Y citando al papa Francisco, en una carta dirigida al rector mayor de los salesianos, dijo "Don Bosco nos enseña, ante todo, a no quedarnos mirando, sino a ponernos en primera línea, para ofrecer a los jóvenes una experiencia educativa integral”.
Finalmente, deseó "como padre y pastor de la diócesis, les deseo un feliz día, con la renovación del carisma recibido, en beneficio de toda la Iglesia".
Al finalizar la eucaristía el presbítero Arturo Pessagno, párroco del lugar, recordó que hay cinco jóvenes que viajaron a Turín para los festejos centrales, representando a todos, y también detalló que tendrán una audiencia el próximo miércoles en Roma con el papa Francisco. Agradeció la presencia de todos y animó a los presentes a imitar la vida del santo, "hoy Don Bosco sos vos" enfatizó. Por último, agradeció la presencia del obispo y presentó a los niños del grupo de exploradores que bailaron "el gato" y a dos jóvenes de la secundaria del colegio que cantaron el himno del bicentenario, como acción de gracias por estos doscientos años.
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