El Vaticano otorgó el plácet de estilo a María Fernanda Silva como embajadora de la Argentina ante la Santa Sede, informó ayer la Cancillería, aceptación que fue confirmada a Télam por la Nunciatura Apostólica en Buenos Aires.

La confirmación se da solo nueve días después de que el Gobierno presentara ante la sede diplomática el pliego para que Silva se convierta en embajadora y tras la visita del presidente Alberto Fernández al papa Francisco.

Silva reemplazará al exembajador del macrismo Rogelio Pfirter, una vez que su nombramiento quede oficializado a través de un decreto presidencial, ya que por tratarse de una diplomática de carrera su designación no requiere del acuerdo del Senado.

A fines de enero, el Gobierno había entregado a la Nunciatura Apostólica en Buenos Aires el pliego de Silva, luego de que la postulación de Luis Bellando se frustrara por diferencias internas en el oficialismo.

Primera afrodescendiente en ingresar al servicio exterior argentino, Silva será también la primera mujer en ocupar la jefatura de la embajada ante el Vaticano, donde ya fue antes la número dos hasta 2015. En 2007 fue trasladada a la embajada en Venezuela, con el rango de consejera.

La futura embajadora es católica y tiene una hija producto de un matrimonio que luego fue anulado por la misma Iglesia, porque su esposo decidió inclinarse por el sacerdocio. El entonces arzobispo de Buenos Aires Jorge Bergoglio la asistió en el proceso.