En distintos puntos del país, realizan segunda jornada de oración por la paz para pedir por personas desaparecidas y víctimas de la violencia; urgen a acabar con la impunidad
En la segunda actividad de la Jornada Nacional por la Paz, iglesias y parroquias católicas oraron por personas asesinadas, desaparecidas y sus familiares, durante diferentes homilías dominicales.
Uno de los llamados más enérgicos se realizó en Cuernavaca, donde el secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Ramón Castro Castro exclamó: “¿México, qué te pasa? ¿Dónde está la autoridad? ¿Dónde está el Estado de derecho? ¡No es posible!”.
Criticó la impunidad que vive México y la humillación del crimen organizado hacia las fuerzas castrenses: “Qué triste es ver a los militares humillados porque tienen la orden estricta de no responder a ninguna agresión”, expresó el obispo de Cuernavaca desde su púlpito, donde lamentó la desaparición de 120 mil personas y el asesinato de 122 mil en lo que va de esta administración.
Sobre la impunidad precisó que México ocupa el cuarto lugar en el mundo y el primer lugar en América, según un estudio de Naciones Unidas.
“Algo que duele también muchísimo es que de cada 100 delitos cometidos en México, sólo se denuncian siete. Y asómbrese más, de los siete delitos que sí se denuncian, sólo 5% es sentenciado”, sostuvo.
El obispo de Cuernavaca adelantó que el próximo domingo la Iglesia católica realizará una oración especial para la conversión de los victimarios y para un buen gobierno.
Sobre la posibilidad de convocar a una marcha nacional para plantear su demanda de justicia, paz y verdad, afirmó que ese punto se encuentra en perspectiva: “Nosotros tenemos que ser muy prudentes y tenemos que llevar las cosas de la mejor manera”.
¿De cristiano a cristiano, qué le dice al Presidente?, se le cuestionó al terminar la misa.
“Que yo sepa él no es cristiano. Hasta donde yo sé, es filocristiano. Yo le diría, como mi Presidente, que nos ayude a salir de este bache tan fuerte que tenemos”.
El obispo hizo un llamado al titular de las Fuerzas Armadas a revisar que los soldados cumplan con la función que tienen de servir a la nación.
En la capital de Sinaloa, el obispo de Culiacán, monseñor Jonás Guerrero Corona, advirtió a sus feligreses de “tener mucho ojo” cuando hay elecciones y al emitir su voto, pues los puede llevar a ser cómplices de leyes infames, inhumanas y asesinas.
“Oremos por la situación de violencia e inseguridad que se vive en varios puntos del territorio nacional, en virtud de que Dios no es justiciero, generador de maldad o vengativo, por el contrario, es una figura noble que desea la paz y tranquilidad, pero eso está en cada una de las personas lograrlo”, indicó.
Expuso que el que en las esquinas de la ciudad haya presencia de niños en la mendicidad habla de una política pública que no atiende a este segmento.
En Torreón, Coahuila, familiares de personas desaparecidas marcharon del panteón 2 (donde hace más de un año se realizó una exhumación masiva de cuerpos enterrados en fosas comunes), hasta la comunidad de El Señor de la Misericordia, en la colonia Lázaro Cárdenas, para exigir justicia y la presentación con vida de sus seres queridos.
Con las consignas “Vivos se los llevaron, vivos los queremos” y “Justicia, justicia”, las familias llegaron a la iglesia de la comunidad donde el párroco Rafael López ofreció una eucaristía.
“No podemos dar vuelta la página, decir que ya pasó. No podemos borrar la historia y memoria. México necesita justicia y verdad. Sin justicia y verdad nunca vamos a alcanzar la paz y nunca podremos reconciliarnos como hermanos. No podemos hacernos a un lado porque todos somos parte de una gran familia y si falta uno, faltan todos”, comentó el párroco.
Dijo que no por militarizar las ciudades deja de haber violencia, pues hay otras cosas que van destruyendo a la familia y sociedad que generan violencia: la pobreza, marginación, falta de empleo, injusticia, educación y salud.
En Saltillo y Arteaga también hubo manifestaciones por parte del colectivo Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Coahuila (Fuundec). En la parroquia San Isidro Labrador, el padre Martín Hernández recordó que en Arteaga se encontraron restos de 16 personas, desaparecieron y asesinaron muchas más.
En la Catedral de Xalapa, Veracruz, el arzobispo Jorge Carlos Patrón Wong llamó a dejar atrás los comportamientos y discursos de violencia, odio y rencor.
Ante familiares de desaparecidos, quienes cargaban fotos de sus seres queridos, consideró que no se puede construir un México en paz echándole todo el tiempo la culpa al pasado y enfrentando a los mexicanos unos con otros.
“Orando y viviendo como hermanos y hermanas nosotros decimos no. Nunca jamás a esas narrativas, a esas historias cotidianas que nos quieren lanzar de que somos enemigos”, afirmó.
En su homilía, lamentó que la patria y las relaciones sociales se hayan quebrado porque no somos capaces y no hemos podido orar y relacionarnos como hermanos del mismo padre.
En Monterrey, Nuevo León, Rogelio Cabrera López, arzobispo y presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, hizo un llamado a tener una mayor cercanía con el prójimo.
“No olvidemos que todos debemos retomar el compromiso de comunión y solidaridad, buscando encontrar en cada persona a un aliado en la lucha [por la paz] y no a un enemigo al que tenemos que vencer a costa de lo que sea”, expresó.
En Matamoros, Tamaulipas, el obispo Eugenio Lira Rugarcía exhortó “a unirse a las familias que, en medio de la injusta violencia que se vive en el país, sufren el dolor de no saber qué ha sido de un ser querido.
“Padre, conoces nuestra tristeza y angustia por nuestros desaparecidos, te pedimos por ellos donde quiera que estén, consuélalos, dales fortaleza y llénalos de esperanza y si ya han fallecido, llévalos contigo para que tengan vida eterna”, fue la oración que dedicó a los desaparecidos.
En la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México, el obispo auxiliar Salvador González solicitó a los fieles reforzar las oraciones para abonar a la creación de paz verdadera en el país.
“Por quienes gobiernan nuestro país, Presidente y gobernadores, para que busquen estrategias y nos ayuden a vivir en un auténtico ambiente de paz”, pidió.
“Por quienes son víctimas de la opresión, la guerra, la injusticia y la violencia para que encuentren en los católicos la mano que les ayude a recuperar su dignidad”, sumó a la petición.
Asimismo, en la Basílica de Guadalupe, en una de las misas en el templo mariano, el presbítero José Luis Aguilar a Aguilar pidió por la paz en todo el país.
“Pedir por el bien a nuestras vidas y también como Iglesia en México, pedir por la paz y sobre todo, también por la seguridad en nuestra patria. Que Dios disponga nuestra oración en bien de alcanzar de él este gran favor. Que México nuevamente recupere la paz en todos los sentidos”, expresó en su homilía.
Otras actividades
En la capital de Chihuahua se llevó a cabo un rosario bíblico por la paz en la parroquia Divina Providencia, donde familiares y amigos de personas que han perdido la vida a causa de la violencia o que han desaparecido llevaron fotografías que se colocaron en el templo y se unieron en oración.
En Ciudad Juárez, la parroquia María Reina del Universo dedicó su celebración del domingo a las familias que han sido víctimas de la violencia, así como a las personas desaparecidas.
Afuera de la parroquia, se colocó una manta donde las personas que han perdido a algún familiar a consecuencia de la violencia en el país podían pegar su fotografía, además de que los asistentes portaron prendas y globos de color blanco.
En Guanajuato, en templos de las diócesis de Celaya, Irapuato y León, colectivos de búsqueda mostraron imágenes de hombres y mujeres desaparecidos. “¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!”, exclamaron.
En León, en el Templo del Sagrario, a través de la vitrina con una imagen de la Virgen de San Juan de los Lagos, se observaban fotografías de los rostros de personas que son buscadas por sus seres queridos.
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