Los últimos movimientos en la Curia vaticana

Los últimos movimientos en la Curia vaticana

Según fuentes vaticanas, no es descartable que algún español estuviera implicado en esos inminentes cambios

 

Los tiempos de la Iglesia no son los tiempos de este mundo. Ni los del Papa Francisco. Se pensaba que 2021 iba a ser el año de la reforma de la Curia, de la promulgación de la nueva Constitución Apostólica que rigiera los cambios, “Praedicate Evangelium”. Sin embargo, el calendario ha pasado página y será, más bien, en el 2022. O cuando Dios quiera.

No hay que olvidar que esta reforma de la Curia es un mandato de las Congregaciones Generales previas al Cónclave que eligió al papa Francisco.  

Esto no quiere decir que las fichas no se muevan. Ahí están las “auditorías”, palabra polisémica de moda en la Iglesia, a los dicasterios de Doctrina de la Fe, Clero y la denominada “alternancia” en el Dicasterio del Desarrollo Humano Integral. Pero la clave son, al fin y al cabo, los cambios de personas.

Discurso del Papa a la Curia 

El hecho de que el Papa no profundizara en su discurso último a la Curia sobre la reforma, o de que no se mencionara en el comunicado posterior a la última reunión del Consejo de Cardenales, apunta a que, en coherencia con el pensamiento del Papa, primero es la realidad y luego vendrán los textos legislativos.

Primero el cambio de personas para que luego llegue el cambio de estructuras y así las nuevas personas hagan posible el cambio de esas estructuras. O que las estructuras cambien al cambiar la mentalidad de las personas.

En resumen, que las novedades de la reforma de la Curia ya las está haciendo el Papa. Y también, todo hay que decirlo, que si es necesario quitarse de en medio a alguien, ahí hay un buen motivo, respetando casi siempre el tiempo por el que se hace, en estos niveles de gobierno, un nombramiento en la Santa Sede, un quinquenio.

Cómo afectarán los cambios a la Iglesia en España

Sin lugar a dudas hay que preguntarse en qué medida estos cambios afectarán a la Iglesia en España. 

Comencemos por una historia que, con toda probabilidad, no se ha contado suficientemente. El pasado 8 de diciembre de 2021 se hizo público el nombramiento del que era secretario para los Seminarios de la Congregación para el Clero, desde 2013, monseñor José Carlos Patrón Wong, como nuevo arzobispo de Xalapa, en Méjico. Hombre de confianza –tal y como se entendida la confianza en la relación entre Prefecto y Secretario en los Dicasterios romanos- del que fuera Prefecto de esa Congregación, el cardenal Beniamino Stella.

Monseñor Patrón Wong fue, por ejemplo, el artífice de la presión sobre los obispos españoles para que unificaran sus seminarios. Sus conexiones con algunos cardenales españoles y con algún jesuita español, que avalan esta unificación, le hizo, en no pocas ocasiones, tensionar la cuerda. Algunos otros “episodios romanos” aceleraron esta salida. En su haber está, para algunos, la discutida reforma de la Ratio Studiorum de los Seminarios.

Congregación para la Doctrina de la Fe

El pasado lunes se hizo pública la noticia del nombramiento del hasta entonces secretario de la Congregación para al Doctrina de la Fe, monseñor Giacomo Morandi, como obispo de Reggio Emilia-Guastala, en sustitución del emblemático monseñor Massimo Camisasca, un hombre clave en la historia de Comunión y Liberación.  Monseñor Morandi era secretario de ese dicasterio desde julio de 2017, con lo que deja su puesto pocos meses antes de cumplir su primer quinquenio. Las interpretaciones sobre este cambio siguen siendo muchas. Hay lo relaciona con algunas tomas de posición públicas de Doctrina de la fe confirmando el magisterio precedente.

Este cambio apunta también a movimientos en el entorno del Prefecto de ese dicasterio, el cardenal español Luis Ladaria Ferrer, jesuita, que cumplirá 78 años en abril. Pero este es un cambio, para el que ya se barajan algunos nombres, de más calado, entre otras razones por su pertenencia a la Compañía de Jesús y su cercanía al Papa en lo que se considera la curia jesuita de Santa Marta.

Dicasterio para el Desarrollo Humano 

La última novedad se ha producido en el Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral a partir del cambio en la cúpula. Aunque se decía que el cardenal Turkson era uno de los cardenales más cercanos al Papa, al cumplir un primer quinquenio, el pasado 23 de diciembre, el Papa decidió sustituirle por el jesuita Michael Czerny, que había ocupado el puesto de subsecretario para los inmigrantes de ese dicasterio, una oficina dependiente del mismo Papa.

Ya en junio el papa había encargado una inspección, o auditoría, de ese dicasterio, al arzobispo de Chicago, el cardenal Blase J. Cupich.

El cardenal Czerny no ha tardado ni un mes en agradecer los servicios prestados a lo que se denominaba “la vieja guardia” del Dicasterio, los cargos procedentes de la unión del Pontificio Consejo Justicia y Paz, de los Migrantes e itinerantes, Cor Unum y de los Agentes Sanitarios. 

En los próximos días se esperan nuevos movimientos en la Curia. Según fuentes vaticanas, no es descartable que algún español estuviera implicado en esos inminentes cambios.

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