En el día del Trabajador y en la calle, el obispo para las villas dedicó unas palabras y bendijo al sindicato de los trabajadores de la economía popular previo a su movilización contra el FMI.
Gustavo Carrara desde la villa del Bajo Flores, en colectivo, llegó a Plaza Constitución poco antes de las 10 de la mañana. El obispo auxiliar de la archidiócesis de Buenos Aires, a cargo de la vicaría de sacerdotes para las villas porteñas y bonaerenses, fue invitado por el secretario general de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), Esteban “Gringo” Castro, a bendecir a los trabajadores y sus herramientas este lunes 1º de mayo, horas previas a realizarse la movilización en avenida 9 de Julio y avenida de Mayo, contra el ajuste que exige el Fondo Monetario Internacional (FMI) al gobierno argentino.
“Un aplauso para ustedes en su día”, así inició sus palabras Carrara, mirando de frente a una fila de treintena trabajadores con sus herramientas de trabajo (carretillas, palas, casco de albañil, cortadora de pasto, etc.) y continuó diciendo: “estamos aquí en la plaza donde cada día miles de trabajadores pasan todos los días para dar bendición a las herramientas de los trabajadores y trabajadoras de la economía popular”.
Sobre la vereda pegada a avenida Juan D. Garay, a metros de la entrada al Centro de Transbordo del subterráneo, una gran bandera de la UTEP y otra de color amarrillo del Movimiento Misioneros de Francisco a espalda del obispo marcaba que allí hablaría para dar la bendición. “Estamos ante la imagen de la Virgen de Lujan (patrona de la Argentina) y San Cayetano (patrono del pan y el trabajo) cuando pedimos a Dios, a través de San Cayetano, que es como el oído de Dios, para necesidad de pan, trabajo, estamos pidiendo justicia. Cuando pedimos a nuestro patrono y amigo que interceda por el trabajo estamos pidiendo, estamos reclamando por la dignidad. Porque aquel que no trabaja está herido en su dignidad, no sólo porque no puede llevar el pan de cada día a la mesa de su familia, sino también porque no puede desplegar los dones, las capacidades que tiene para poner el hombro y levantar la patria. Por eso el pedido por trabajo es un pedido por respeto de la dignidad de cada mujer y varón que anhela trabajar para poner el hombro y construir la patria”, afirmó el monseñor Carrara.
Rodeando al obispo además de trabajadores de las distintas ramas productivas de la economía popular estaban los dirigentes como el “Gringo” Castro, el secretario general de la CTA-Autónoma, Hugo “Cacho” Godoy, acompañado por el secretario general de ATE provincia de Buenos Aires, Óscar “Colo” de Isasi, la secretaria adjunta de UTEP, Dina Sánchez, el secretario de Derechos Humanos de UTEP, Ángel “Lito” Borello, la secretaria general de ATE SENASA, Carina Maloberti, el secretario de culto de UTEP, Lucas Pedró. Previo a iniciarse la bendición del obispo se lo vio al dirigente social y candidato a presidente, Juan Grabois, quien no hizo declaraciones a la prensa.
“Pedimos la bendición de Dios -continuó Carrara en su sermón- porque se manifiesta también en los lugares de trabajo, allí lo encontramos. Si tomamos la Biblia vemos que Moisés estaba trabajando cuidando ovejas y de golpe ve una zarza que arde. Se acerca a ver que está pasando y ahí Dios le habla, en un lugar de trabajo. También había unos hombres que se dedicaban a tirar las redes para pescar y Jesús se hace cercano, se les acerca en ese lugar de trabajo. Ahí aparecen los primeros discípulos: Pedro, Santiago, Andrés, Juan. Jesús elige a sus discípulos entre los trabajadores. Es más, nosotros sabemos que Jesús predicó, antes de dar la vida en la Cruz, tres años la palabra y generalmente no sabemos mucho de esos treinta años de vida oculta donde Jesús fue un trabajador más porque aprendió el oficio de San José, en el taller, en el oficio de carpintero. Por eso decimos que Dios está en el mundo del trabajo y en el mundo del trabajo nos encontramos con Dios”.
El clérigo dedicó palabras especiales a los trabajadores del cuidado, en el general la rama mayoritaria de la UTEP, por un ataque que sufrió la organización social “Vientos de Libertad”, en la localidad bonaerense de San Nicolás, el sábado a la noche, en el llamado Centro de Atención Comunitaria (CAC).
“En esta plaza públicamente me quiero solidarizar con los trabajadores que cuidan a chicos y chicas que están bajo el flagelo de la droga, allí en San Nicolas, que ayer una topadora derribó su centro de atención a esos chicos y chicas. Pedimos que eso se esclarezca que se pueda trabajar para cuidar a los más jóvenes y más frágiles. Hay muchos trabajadores como ellos que se dedican al cuidado y no pueden recibir un atentado como ayer lo recibieron”, denunció Carrara.
El cierre fue el rezo del Padre Nuestro para pedir por “los que más sufren en nuestra patria, pedimos el pan de cada día, trabajo digno en las manos para todos, y recemos la oración que Jesús nos enseñó”, concluyó el obispo que coordina el equipo de curas villeros.
Muchos trabajadores, como las mujeres del Movimiento Octubre, de José C. Paz, pasando por los miembros de Misioneros de Francisco en Matanza pidieron al obispo villero fotografiarse y bendiciones. En ese mismo lugar, Plaza Constitución, del 2009 al 2012 cada año el entonces arzobispo porteño y cardenal primado argentino, Jorge Mario Bergoglio, daba la misa por los excluidos y las víctimas de trata.
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