Agustín Zbar se hizo responsable del pedido de la mutual de que las instituciones de la comunidad judía dejen de ser querellantes. El embajador de Israel lo cruzó con dureza.
El presidente de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), Agustín Zbar, pidió este domingo una licencia por tiempo indefinido tras las críticas que recibió por sus dichos sobre la causa en la que se investiga el presunto encubrimiento del atentado a la sede de la entidad en 1994.
En tanto, el embajador de Israel, Ilan Sztulman, se mostró muy duro con Zbar y con la AMIA al señalarlos como parte de la grieta que puede provocar en la comunidad judía el accionar de Irán.
El dirigente difundió una carta en la que pidió "disculpas sinceras" por sus declaraciones y calificó de "nefasto" el Memorándum de Entendimiento con Irán firmado durante el gobierno de Cristina Kirchner.
"Muy lejos de mis intenciones estuvo lavar la responsabilidad de los asesinos y de todos sus cómplices. Solo perseguía enfatizar que en el futuro fuera el propio Estado (argentino) quien persiga las condenas", escribió Zbar.
En la nota, este expresa sus “disculpas sinceras, y sin ningún atenuante, por los hechos y las expresiones equívocas de la última semana”.
Zbar recordó que ha sostenido siempre que “los responsables del atentado son la organización terrorista (libanesa) Hezbollah y altos funcionarios del gobierno iraní” y que el Memorándum fue “nefasto”.
“También he manifestado que el fiscal Alberto Nisman entregó literalmente su vida por la causa AMIA”, siguió en la carta. “Con respecto a su denuncia, el hecho investigado es el móvil de ese memorándum”, añadió para mostrar su apego a la postura oficial de DAIA (Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas, la entidad que representa políticamente a la comunidad judía) y del propio Estado de Israel.
“Entendí erróneamente que era mejor para preservar a la comunidad de una contienda política de orden nacional que esa causa en etapa de juicio oral prosiguiera sin la participación de la comunidad como querellante”, continuó Zbar con su pedido de perdón. “Asumo absolutamente la responsabilidad del error cometido”, señaló para dar lugar a un posible realineamiento de AMIA con la postura oficial.
“Informo que, al mismo tiempo, he solicitado de manera indeclinable una licencia por tiempo indefinido”, cerró.
Cabe recordar que la nota inicial, que había sido elevada a DAIA y disparado la polémica, había sido decidida por unanimidad por la conducción de AMIA, según señalaba el propio texto. El problema, según trascendió, fue que haya sido hecha pública, algo que no estaba en la intención de sus autores.
Esta posición no es novedosa. AMIA se opuso al memorandum con Irán y consiguió su inconstitucionalidad: misión cumplida. Revisar esa horrible decisión de política exterior corresponde a las instituciones argentinas, y no a la comunidad judía. https://t.co/3dqTPmPsan
— Agustin Zbar (@ZbarAgustin) 31 de enero de 2019
En tanto, el embajador de Israel en la Argentina, Ilan Sztulman, consideró que las diferencias entre la AMIA y la DAIA en torno a la causa por el presunto encubrimiento del atentado a la mutual judía "muestran la profundidad de la grieta que puede generar Irán en la misma comunidad".
Debido a su desarrollo nuclear reciente, Irán, es considerado por Israel “una amenaza existencial”.
El diplomático aclaró que la Cancillería de su país no tiene una opinión sobre inicial de la mutual para que las instituciones comunitarias dejen de ser querellantes en la causa por presunto encubrimiento, inicialmente presentada por el juez Claudio Bonadio como “traición a la patria”, acusación que se cayó en instancia de apelación.
"No tenemos una posición al respecto. Si una mutual israelí quiere creer o dejar de ser creyente de eso puede hacerlo, pero eso también muestra la profundidad de la grieta que puede generar Irán en la misma comunidad judía", manifestó Sztulman con dureza.
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