Fue el caso de Micaela Segovia Baldi, bailarina de Resistencia, que participó en el escenario principal de la Jornada realizada a principios de mes en Portugal. Micaela ya había estado en tres JMJs anteriores, además de participar del Encuentro Mundial de Juventud Indígena. Con influencia en Chaco y Corrientes, esta joven se define como un puente a partir del arte del estatuismo y la danza. Segovia Baldi es profesora de danzas clásicas e instructora de ritmos caribeños. “Desde pequeña empecé danzas clásicas a los cuatro años que después lo fui nutriendo con otros géneros. Y con el tema del estatuismo fue a los ocho años”, relató.

La Pastoral de Juventud Argentina acompaño en Lisboa a más de mil jóvenes de nuestro país, a los que se sumaron 50 voluntarios. Entre las diócesis con más representantes inscriptos estuvieron Córdoba, Mendoza o San Isidro. Convocados y reunidos por colegios, parroquias, movimientos o por iniciativa personal, los jóvenes tuvieron vario momentos en los que fueron grandes protagonistas. Uno de ellos fue la tradicional misa de los argentinos, que se celebró el 1º de agosto por la mañana en la parroquia São João de Brito, cerca del centro de Lisboa.

Hubo además cuatro encuentros de catequesis que dictarán los obispos argentinos que participaron en la JMJ. El 2 de agosto lo hizo el obispo de San Rafael, monseñor Carlos María Domínguez; el 3 de agosto fue el turno de monseñor Raúl Pizarro, de la diócesis de San Isidro; y el 4 de agosto, en distintas sedes, les tocó a monseñor José Vicente Conejero, obispo de Formosa, y a monseñor Eduardo García, de San Justo.

También hubo dos equipos de animación para la catequesis: la diócesis de Mar del Plata estuvo acompañando a los obispos argentinos con dinámicas, oraciones y juegos, mientras que la diócesis de Córdoba animó junto con obispos de otras partes del mundo. La delegación argentina vivió un momento muy especial el 31 de julio, día en que se desarrolló la adoración eucarística internacional. Argentina también estuvo representada en el encuentro mundial por elcantante Pablo Martínez, que fue elegido para cantar el viernes 4 de agosto, en el marco de un espectáculo que se montó en el “Parque Cristonautas”, un terreno ubicado en el centro de Lisboa.

Después, la delegación argentina hizo una muestra de bailes nacionales, durante la cual unos chicos de la diócesis de Santa Fe bailaron chacareras, gatos y otros bailes típicos. También allí estuvo el grupo Filocalia. Justamente, Francisco “Pancho” Flores, vocalista y fundador del grupo musical Filocalia de La Plata, contó lo sucedido. Del diálogo participó César Contreras, coordinador de Pastoral de Juventud Argentina, quien animó a seguir por la senda trazada por el papa Francisco para los jóvenes.