Una bomba incendiaria lanzada en la noche del miércoles contra una mezquita de la ciudad sueca de Uppsala (este) es el tercer ataque de este tipo en el país, en tan solo ocho días.
ESTOCOLMO. - "Alguien lanzó una bomba incendiaria, un cóctel molotov contra el edificio", declaró a la agencia de prensa sueca TT un portavoz de la policía de Uppsala, Torsten Hemlin, que precisó que la bomba no consiguió prender fuego a la mezquita.
"También escribieron frases racistas y vulgares", dijo, añadiendo que no había nadie en el edificio cuando se produjo el ataque.
Unos viandantes alertaron a la policía de Uppsala, cuarta mayor ciudad de Suecia, tras haber visto a un hombre lanzar un artefacto contra la mezquita sobre las 23 horas locales.
Este ataque llega tres días después de que un incendio, supuestamente criminal, se declaró en una mezquita de Eslov, sin graves consecuencias.
El día de Navidad, cinco personas resultaron heridas en el incendio de una mezquita en un edificio de Eskilstuna.
El primer ministro sueco, Stefan Lofven, condenó el acto, que calificó de "una violencia detestable". "Nunca toleraremos este tipo de crímenes. Las personas que quieran practicar su religión deben tener derecho a hacerlo", afirmó.
En 2014, hubo una decena de ataques contra mezquitas en Suecia, según la revista antirracista Expo.
En las elecciones legislativas de septiembre, el partido de extrema derecha, los Demócratas de Suecia (DS), se convirtió en la tercera fuerza política tras atacar con virulencia la política de inmigración del gobierno de izquierdas, que considera demasiado generosa.
POR AGENCIA AFP / Suecia
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