Sacerdotes y fieles de diversas denominaciones cristianas se reunieron en las montañas Fagaras, cerca de la localidad de Balea, para participar de la bendición de un templo construido enteramente con bloques de hielo. La inauguración del templo es una ocasión para que los fieles de distintas tradiciones se reúnan para rezar por la unidad de todos los cristianos.
Sacerdotes y fieles de diversas denominaciones cristianas se reunieron en las montañas Fagaras, cerca de la localidad de Balea, para participar de la bendición de un templo construido enteramente con bloques de hielo.
Cada invierno, sacerdotes católicos, protestantes y ortodoxos se reúnen para reconstruir el templo, que obviamente se derrite con la llegada de los primeros calores. Durante la temporada invernal se realizan bautismos y se celebran oficios.
La inauguración del templo es una ocasión para que los fieles de distintas tradiciones se reúnan para rezar por la unidad de todos los cristianos.
La construcción de la iglesia demoró unos 15 días, y fue realizada con bloques de hielo tomados del lago Balea, que da nombre a la localidad. La capilla se encuentra dentro de un complejo de hoteles de hielo, que ofrece a sus visitantes la posibilidad de asistir a los distintos oficios religiosos.
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