Ante una sala repleta actuó la Orquesta Juvenil Árabe Judía, venida de Israel y se evocó el histórico abrazo del Papa con un rabino y un musulmán junto al Muro de los Lamentos. El cierre con la Misa Criolla, broche de oro para una velada histórica.
La Orquesta Juvenil Árabe Judía, especialmente venida de Israel, emocionó el lunes pasado a un público que llenó el Teatro Colón para una singular presentación que quiso testimoniar que la convivencia entre religiones y culturas es posible pese a las tensiones que actualmente atraviesan a varios países. Y que la fraternidad es más fuerte que los odios y fanatismos que hoy, con atentados y conflictos violentos, laceran a Europa y Medio Oriente.
Convocado por la Fundación Banco Ciudad y el suplemento y el portal Valores Religiosos de Clarín, y bajo la consigna Abracemos un Mundo Mejor, la propuesta incluyó una evocación del abrazo que protagonizaron hace tres años el Papa Francisco, el rabino Abraham Skorka y el musulmán Omar Abboud junto al Muro de los Lamentos, que compuso una imagen que dio la vuelta al mundo.
La presentación, que congregó a numerosas autoridades nacionales y de la ciudad, así como a referentes de diversas confesiones, se cerró con el joven folklorista no vidente Nahuel Pennisi, un sexteto folklórico, el Coro del Banco Ciudad y los coros del ministerio de Educación porteño, que interpretaron partes de la Misa Criolla, sumando 150 cantantes y músicos.
Al promediar el espectáculo subieron al escenario Skorka, Abboud y el padre Guillermo Marcó, co-presidente del Instituto de Diálogo (IDI) y asesor general de Valores Religiosos. En esa ocasión, Skorka dijo que el abrazo “sirvió para decir: que se terminen los miles de años de desencuentro entre cristianos, musulmanes y judíos y para que trabajemos para alcanzar la paz”.
En tanto, Abboud –que también presidente el IDI- abogó para que el abrazo -que surgió por iniciativa del Papa- “se multiplique y podamos construir un mundo diferente”. Y Marcó señaló que “debe comprometernos a todos los argentinos para comprender al que piensa diferente”. Finalmente, los tres se abrazaron, lo que provocó un estruendoso aplauso.
La presentación estuvo a cargo del editor periodístico de Valores Religiosos, Sergio Rubin, quien leyó sendos mensajes del presidente del Banco Ciudad, Javier Ortíz Batalla, y del titular de la Fundación Banco Ciudad, Mario Morando, quienes destacaron la riqueza de la diversidad y el desafío de “tomarnos de la mano y caminar juntos”.
La Orquesta Juvenil Árabe Judía –fundada en 2002 y compuesta por una veintena de músicos judíos, musulmanes, cristianos y drusos de entre 16 y 28 años- interpretó reconocidas obras de compositores árabes y judíos con instrumentos típicos como el ney, el oud y el qanum y otros en su versión oriental como el violín.
Entre las autoridades presentes se contaron el Nuncio Apostólico, monseñor Emil Tscherrig; el ministro de Educación de la Nación, Esteban Bullrich; el ministro de Medio Ambiente, Sergio Bergman, el secretario de Culto de la Nación, Santiago De Estrada, y el subsecretario, Alfredo Abriani.
También el director general de Cultos del Gobierno de la Ciudad, Federico Pugliese; el presidente de la Acción Católica Argentina, Rafael Corso; el co-presidente del IDI, rabino Daniel Goldman; el presidente de ANDAR, Luis Cejas, y el titular de la Federación de Comercio de la Ciudad, Osvaldo Cornide.
Además, estaban el presidente y el tesorero de la asociación civil Trabajar, promotora de Valores Religiosos, Luis Crego y Sergio Díaz, y la periodista Francesca Ambrogetti, que tendió puentes para la concreción de este encuentro.
Al principio, el ministro de Cultura de la Ciudad, Angel Mahler, les había entregado a los miembros de la orquesta la declaración de Huéspedes de Honor de la Ciudad, emitida por la Legislatura.
Y al final Rubín subrayó que el hecho de que fueron tres compatriotas los que se abrazaron en Jerusalén “nos compromete especialmente a los argentinos”.
Comentá la nota