La denuncia, «con la voz frágil y potente del Evangelio», de la persecución de los cristianos en diversas partes del mundo fue recalcada por el cardenal João Braz de Aviz y el arzobispo José Rodríguez Carballo, respectivamente prefecto y secretario de la Congregación para los institutos de vida consagrada y las sociedades de vida apostólica, durante el congreso internacional sobre el tema «Formados para la vida consagrada en el corazón de la Iglesia y del mundo», que tiene lugar en Roma del 7 al 11 de abril.

Noticias cada vez más dramáticas que llegan de Oriente Medio han sacudido la sensibilidad de los participantes en el congreso y han elevado una oración en comunión con el Papa Francisco y con toda la Iglesia, a fin de que «la paz, don de Cristo Resucitado, pueda prevalecer sobre el odio y la violencia, y los hombres se reconozcan todos hermanos». El dicasterio hizo luego un llamamiento a los Gobiernos, para que «se lleven a cabo intervenciones concretas de pacificación entre los pueblos y cese la espiral de violencia en la que se encuentran, como víctimas inocentes, especialmente mujeres y niños».

La tarde anterior se realizaron cincuenta y dos laboratorios donde los participantes debatieron sobre numerosas temáticas, entre las cuales: los jóvenes aspirantes a la vida consagrada; la formación para la comunicación en la era digital; dimensión profética de la vida consagrada; los pobres como agentes de la formación; complementariedad y reciprocidad femenina-masculina en la vida consagrada; el diálogo con las culturas e inculturación en la formación; justicia, paz e integridad en la creación en los itinerarios formativos.