Con la bendición papal, recrearán la "Carpa por la paz" que Bergoglio promovió en marzo 2003, ante la guerra en Irak. La red educativa ahora invita a jóvenes de las confesiones religiosas a recrear este gesto con la triple consigna: paz, shalom y salam.
Con la bendición del Papa Francisco, jóvenes de distintas confesiones religiosas se unirán el miércoles próximo, a las 17, en una oración por la paz en la Plaza de Mayo, para pedir por el cese de la guerra en Ucrania, en una convocatoria organizada por la fundación Scholas Occurrentes.
La iniciativa se replicará en otras ciudades del mundo y está inspirada en la “Carpa por la paz”, que el entonces cardenal Jorge Bergoglio promovió en la Plaza de Mayo en marzo de 2003, ante el estallido de la guerra en Irak.
El encuentro se hará frente a la catedral metropolitana, junto al olivo que en 1996 hizo plantar Bergoglio, como expresión del acercamiento de todas las comunidades religiosas en Buenos Aires y símbolo de la unidad por la paz. Convocatorias similares se están organizando en Córdoba y en distintas ciudades del país, así como de España (Madrid, Valencia y Granada) y de Italia.
La elección del lugar, ante la violencia derramada en Ucrania, no es fruto del azar y busca recrear el compromiso de Francisco con las iniciativas en favor de la paz, ya desde sus tiempos como arzobispo de Buenos Aires.
El Episcopado acompañará ese día la jornada de ayuno y oración por la paz convocada por Francisco y animan a “rezar, como pide el Santo Padre, para que se preserve la paz ante la amenaza de la locura de la guerra”.
Al igual que en aquella convocatoria de 2003, tres carteles encabezarán el encuentro en la Plaza de Mayo, con las palabras paz, shalom y salam, junto a las velas para implorar el cese del conflicto.
La idea surgió en la fundación Scholas, cuyos directores José María del Corral y Enrique Palmeyro acompañaban en aquellos años al cardenal Bergoglio en la Vicaría de Educación del arzobispado porteño, junto a la actual diputada nacional Victoria Morales Gorleri.
Aquella “Carpa por la paz” ocupaba un espacio de 9 por 9 metros y contó con el aval de Bergoglio, que se encontraba en Roma cuando Estados Unidos invadió Irak.
Se organizó, así, una vigilia de oración en una carpa montada en la Plaza de Mayo, que permaneció durante veinte días frente a la Casa Rosada, hasta que fue levantada el 9 de abril de ese año, dos semanas antes de las elecciones del 27 de abril que consagraron presidente a Néstor Kirchner.
El entonces presidente Eduardo Duhalde realizó intensas gestiones para lograr el levantamiento de la carpa. Incluso, habló por teléfono con el cardenal primado, que participaba en Roma de un encuentro de la Pontificia Comisión para América Latina.
El mandatario justicialista solo consiguió su objetivo una vez que Bergoglio retornó a Buenos Aires, recordó una fuente que participó de aquella convocatoria.
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