Luego de 16 años, la diócesis de Orán volvió a celebrar una ordenación sacerdotal numerosa, en este caso, de tres jóvenes diáconos. El obispo diocesano, monseñor Gustavo Zanchetta, confirió el orden del presbiterado a Luis Alberto Gómez, Carlos Salvador Subelza y Marcelo Alberto Hermida durante una misa celebrada en la parroquia San Ramón Nonato, de Tartagal.
Durante la celebración, llevada a cabo el viernres 20 de marzo, monseñor Zanchetta destacó la relevancia de este acontecimiento eclesial, un "regalo grande" que Dios hace a esta Iglesia particular. El prelado aseguró a los jóvenes que "este pueblo bueno los está esperando con ansias", especialmente en el rostro de los pobres y sufrientes.
El obispo consideró que la Iglesia "está viviendo aires nuevos que nos conducen a involucrarnos más en la transformación de la sociedad", y les recordó que el Papa llama a "salir a la calle" para atender "a tantos hermanos que viven sin la fuerza, la luz y el consuelo de la amistad con Jesucristo".
"Mis queridos, su ministerio mismo exige a título especial que no se identifiquen con este mundo. Al mismo tiempo, sin embargo, requiere que vivan en este mundo entre los hombres y, como buenos pastores, conozcan a sus ovejas y busquen atraer incluso a las que no son de este redil, para que también ellas oigan la voz de Cristo y haya un solo rebaño y un solo Pastor", les dijo el celebrante. También les recordó que en su ministerio "serán probados en el amor".
Monseñor Zanchetta también insistió en que los jóvenes sacerdotes se reconozcan parte de un presbiterio y de una porción de la Iglesia, y subrayó que "el poder que se les confía le pertenece a Dios y es para bien de sus hermanos".
El obispo también los exhortó a cuidar la vida de oración y de interioridad: "Van a anunciar al mundo un camino, una verdad y una vida que no les pertenece. Y por eso son ungidos y enviados, porque no irán por su propia cuenta. Sólo que para que así suceda tiene que ocurrir también lo otro. Porque no se puede anunciar a quien no se conoce".
Monseñor Zanchetta concluyó recordándoles palabras del apóstol san Pablo a su discípulo Timoteo: los llamó a reavivar el don de Dios recibido por la imposición de las manos, no avergonzarse del testimonio y sostenerse frente a los sufrimientos que son necesarios por el Evangelio.
De la celebración participaron el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey; el vicegobernardor, Andrés Zottos; el intendente local, Sergio Leavy, y otros funcionarios locales.
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