Desde la Ciudad dicen que no fueron informados de la decisión de permitir prácticas individuales, sin misas ni celebraciones. Hay parroquias que afirman que no recibieron la notificación. El gobierno nacional lo había anunciado el lunes.
Sergio Rubin
La reapertura de los templos de los diversos cultos en todo el país para la práctica religiosa individual, sin misas ni otros servicios grupales, que autorizó este lunes la Casa Rosada mientras sigue la cuarentena por el coronavirus, provocó un cortocircuito con las autoridades del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que demoraba su concreción.
Fuentes del ejecutivo porteño dijeron a VR que la decisión los tomó por sorpresa, ya que se enteraron por los medios de comunicación, y que, por lo tanto, no pudieron dar su propio visto bueno y coordinar con las autoridades de las confesiones religiosas su modo de implementarla.
De hecho, en varias parroquias porteñas dijeron este mediodía que todavía no contaban con la indicación del arzobispado de Buenos Aires para reabrir los templos para los rezos individuales y la administración de la confesión, el único sacramento que fue permitido.
El gobierno nacional había consignado en un comunicado que "las Iglesias podrán abrir sus puertas para la asistencia espiritual a los fieles y los rezos individuales", y estas serían las primeras prácticas de fe que podrían permitirse en las iglesias y templos de nuestro país.
También precisaba que las partes "comenzaron a desarrollar un trabajo conjunto para accionar los protocolos de salud que deberán implementarse una vez que se reanuden los servicios religiosos en toda la Argentina, priorizando la seguridad sanitaria de todos los asistentes".
A su vez, la cúpula de la Iglesia, que se reunió el lunes con el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, afirmó en otro comunicado que en la ocasión “se ratificó la posibilidad de que los templos estén abiertos para la oración individual, y los sacerdotes puedan recibir, de ser posible de manera previamente acordada, a los fieles que soliciten ayuda y orientación espiritual. Siempre teniendo en cuenta las disposiciones sanitarias”.
“En cuanto a la celebración con participación de los fieles, cuando llegue el momento adecuado para las mismas, se acordó ir trabajando en la elaboración de los protocolos litúrgicos y sanitarios correspondientes”, señala.
De encuentro habían participado el presidente de la CEA, Oscar Ojea, el vicepresidente cardenal Mario Poli y el secretario general Carlos Malfa, y además de Cafiero, por el Gobierno estuvieron el canciller Felipe Solá, y el secretario de Culto, Guillermo Oliveri.
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