El Rosario por la Argentina se rezó el viernes 27 de octubre en la catedral de Buenos Aires y en muchas ciudades del país, como se hace anualmente desde hace 20 años.

Luego del Rosario, se ofició una misa por la patria en la catedral porteña, que presidió su rector, presbítero Alejandro Russo, y concelebraron monseñor Alberto Pita, del clero castrense, y el padre Alberto Iglesias, salesiano.

El rezo cada año en esta fecha del Rosario por la Argentina fue iniciativa de varias ex alumnas salesianas de Maria Auxiliadora, movilizadas en 2003 por Stella Maris Vivares de Bovera, Sara Brugnoli y Amalia Peragallo, y la primera vez reunió una buena concurrencia en la plazoleta Pizzurno, frente al Ministerio de Educación de la Nación.

Eligieron hacerlo el 27 de octubre porque en ese día en 1949, el decreto 2688/49 del Poder Ejecutivo de la Nación, firmado por el presidente Juan Domingo Perón,  declaró a “la Santísima Virgen María, en su advocación de María Auxiliadora, patrona del agro argentino”.

Este año una imagen de María Auxiliadora fue llevada hasta el presbiterio de la catedral por dos descendientes de Carlos Emery, el ministro Agricultura y Ganadería de la Nación, ex alumno salesiano, que impulsó en 1949 ese reconocimiento a la Virgen María. Miguel Ángel Emery, hijo de aquel, que estaba en silla de ruedas, y Cynthia Emery de Botta, nieta, acercaron la imagen, llevada en andas, junto con otras personas. Soldados del Regimiento de Granaderos a Caballo escoltaron la imagen.  

En la homilía el presbítero Russo llamó a construir la patria, la nación, cada uno desde el lugar que tenga, a partir de la ley fundamental que es el amor a Dios y al prójimo. Animó a llevar el Evangelio a la familia, al mundo del trabajo, a todos los ámbitos. Rezar por la patria, dijo, debe traducirse en llevar el misterio de la Iglesia, sin miedo, a todos los ambientes de la sociedad. Evocó lo que “nos enseñaron los padres de la Patria”.

Muchas personas se fueron sucediendo en la conducción del rezo de las Avemarías desde  el ambón. Luego, la primera lectura de la misa estuvo a cargo de la señora Luba Opeka, hermana del padre Pedro Opeka, sacerdote argentino que desarrolla una gran tarea pastoral y social como misionero en Madagascar.

Asistieron la presidente de la Asociación Argentina de la Orden de Malta en Argentina, María Podestá, con varios de sus integrantes, luciendo las togas negras que identifican su pertenencia; la titular de Misiones Rurales Argentinas, Lula Gallardo, y miembros de los movimientos Laudato Si Argentina y Peregrinos de la Eucaristía. Una mujer levantaba un estandarte del Instituto María Auxiliadora, de La Boca.

Auspiciaron los actos las Ex Alumnas de las Hijas de María Auxiliadora, la Acción Católica de la arquidiócesis, la Legión de María, el Movimiento de Schoenstatt y otras instituciones. Al finalizar la misa los asistentes dieron vivas a Cristo y a María, en un ambiente de alegría por la celebración realizada.  

Un día antes, el 26 de octubre, la Legislatura porteña declaró de interés el Rosario por la Argentina para la ciudad de Buenos Aires, por el expediente 2362-D23. 

En el interior

Con el lema "La patria nos necesita, recemos por ella", el Rosario por la Argentina se rezó en muchos otros lugares del país. Así, por ejemplo, en la catedral de Rosario, provincia de Santa Fe; en el santuario de la Virgen de San Nicolás, en la diócesis de San Nicolás de los Arroyos, provincia de Buenos Aires; en la parroquia San Francisco Javier, en Ramallo, provincia de Buenos Aires; en 18 localidades de Entre Ríos; en Mendoza; en Comodoro Rivadavia, etc.

En San Miguel de Tucumán se rezó en la basílica Nuestra Señora de la Merced y en la parroquia Nuestra Señora del Valle "en estos momentos tan difíciles para nuestra patria". Adhirieron numerosas entidades, entre ellas la Liga de Madres de Familia, Médicos por la Vida, 40 días por la Vida, Ayuda a la Mujer Embarazada (AME), etc.  

En la parroquia San Lorenzo, de Salta, María Ayerza, María Figueroa, amigas y familiares rezaron y armaron un rosario de rosas. En el colegio Amparo de María, de Córdoba, alumnos y alumnas hicieron un gran rosario de cuentas de colores y rezaron en la capilla del instituto, colmada por el alumnado.+ (Jorge Rouillon)