La Red Eclesial Panazamónica (REPAM), que fue la columna vertebral antes y durante el Sínodo, emitió un documento pocas horas antes de la votación de los padres sinodales. El Papa los sorprendió porque anunció que antes de fin de año va emitir la exhortación posinodal
Los capitanes de la Iglesia católica que navegan las aguas inhóspitas de la Amazonía emitieron un documento este sábado 26 de octubre, pocas horas antes de iniciarse la última sesión del Sínodo Amazónico para la votación del documento final que recibió el Papa Francisco. Un texto titulado La esperanza en esta navegación por las aguas del río sinodal amazónico: fuente de vida, conversión y orientación hacia nuevos caminos para la Iglesia ante un mundo en crisis socioambiental.
El cardenal brasileño y presidente de la REPAM, Claudio Hummes, el cardenal peruano y vicepresidente de REPAM, Pedro Barreto Jimeno, y el laico ecuatoriano y secretario ejecutivo de REPAM, Mauricio López, concluyeron que tras casi un mes de debate en el corazón de la Iglesia católica romana existen «esperanzas» de una «conversión» y «nuevos caminos» para la Iglesia ante un mundo en «crisis socioambiental».
Los dos cardenales y el laico destacaron que la «periferia de la Amazonía y de sus pueblos» está «ayudando al centro a ser reformado». Porque consideran se debe «seguir navegando estas aguas vivas de la diversidad cultural y del compromiso de cuidar nuestra casa común para crear un mejor mañana (el Reino por el que Cristo nos llama a trabajar) en medio de una Amazonía y un mundo que siguen en llamas materiales y existenciales por la injusticia y el deseo de acumulación». Creen que el tiempo de cambiar «es ahora» y el método por «la sinodalidad» para lograr una verdadera «ecología integral».
Para Hummes, Barreto Jimeno, y López «el Sínodo es ya una experiencia inédita de caminar juntos y ha transformado a la Iglesia desde los dones de la periferia, antes considerada indeseable». Ahora, esta Iglesia «se afirma como una voz ética, mártir y profética ante la crisis socioambiental sin precedente».
El rol de la REPAM fue convertirse en puente «para muchas personas se sepan parte esencial de este Sínodo dentro del Aula y fuera de ella» aunque esto traiga como consecuencias «confrontar e incomodar a los poderes que en este mundo quieren servir a intereses malignos de destrucción y muerte».
Para los religiosos y el laico que capitanean la Red Eclesial Panamazónica «la fase posasamblearia del Sínodo es la más importante», y piden paciencia porque creen que la exhortación apostólica llegaría para marzo, pero horas después al cierre del Sínodo el Santo Padre anticipó que quería publicar el documento para fin de año.
El documento concluye afirmando que no quieren quedar «atrapados por quienes no quieren cambiar nada y que desean que las cosas terminen aquí, y también a tener cuidado con profetas de calamidades que expresan que nada de esto ha tenido sentido por mirarlo a la luz de sus propias categorías autorreferenciales. En ambos casos se niegan a ver, e impiden la mirada a otros».
Comentá la nota