Lo dijo el presidente de la Conferencia Episcopal después de un encuentro con el papa Francisco.
El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), monseñor José María Arancedo, destacó ayer la “relación madura” entre el gobierno de Mauricio Macri y la Iglesia, y remarcó que ese vínculo “está como debe estar” y se basa en la “autonomía y cooperación que le hace bien a las dos partes”, tras una reunión que la cúpula de la CEA mantuvo ayer a la mañana con el papa Francisco en el Vaticano.
“Fue una reunión muy productiva, lo vi muy bien y entusiasmado”, aseguró Arancedo en diálogo con la prensa en la Santa Sede, luego del encuentro de 40 minutos que mantuvo ayer a la mañana en el Palacio Apostólico del Vaticano con el pontífice, junto al resto de los integrantes de la comisión ejecutiva de la CEA: el arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, cardenal Mario Poli; el arzobispo de Salta, monseñor Mario Cargnello; y el obispo de Chascomús, monseñor Carlos Malfa.
En el encuentro, los obispos le reiteraron al Papa “el deseo de recibirlo en Argentina”, según informó la CEA en un comunicado, y le regalaron una escultura del Cura Brochero, que fue canonizado anteayer en el marco de una ceremonia multitudinaria en la Plaza San Pedro.
El encuentro de la cúpula de la Iglesia argentina con Jorge Bergoglio se dio apenas 48 horas después de la “buena reunión” que el Papa mantuvo durante una hora con el presidente Mauricio Macri el sábado en el estudio anexo al Aula Paulo Vi del Vaticano.
En ese marco, y tras hablar del tema con el papa Francisco, Arancedo destacó la “relación madura y positiva” entre el Gobierno y la Iglesia.
“Creo que la relación está como debe estar. Con autonomía y cercanía, cooperación. Sin mezclar tampoco una cosa con otra, porque hay que saber distinguir para unir”, enfatizó Arancedo, y agregó que se trata de una “relación responsable, seria y madura que espero que sea útil para toda la patria”.
Durante el encuentro, la cúpula de la Iglesia argentina recorrió con el obispo de Roma “temas internos de la CEA, como la parte pastoral, evangelizadora y misionera, que es su gran preocupación” y se conversó sobre las iniciativas llevadas adelante en las distinta diócesis y comunidades del país en el marco del Año Santo de la Misericordia que convocó Francisco.
Para los obispos, el encuentro con el ex arzobispo de Buenos Aires fue “fraterno y animado” y destacaron la “alegría y el espíritu” con el que fueron recibidos.
“Fue un encuentro de los obispos con Pedro, hablamos de la Iglesia en salida”, agregó Arancedo tras participar de una emotiva misa de acción de gracias en la Basílica de San Pedro que se celebró luego de la ceremonia de canonización del “cura gaucho” José Gabriel Brochero, que encabezó Francisco en la plaza del Vaticano.
En ese marco de “relación seria y madura” con el Gobierno nacional, Arancedo destacó la presencia de la canciller Susana Malcorra durante la ceremonia de ayer, a la que también asistieron el secretario de Culto Santiago de Estrada; el subsecretario de la cartera Alfredo Abriani; y los embajadores ante Italia, Tomás Ferrari, y ante el Vaticano, Rogelio Pfirter.
La ceremonia de la que participaron más de 1.000 fieles argentinos, fue presidida por el cardenal Poli en homenaje “a nuestro querido José Gabriel del Rosario Brochero” y la homilía estuvo a cargo del arzobispo de Córdoba, Carlos Ñáñez.
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