El arzobispo de La Plata, Víctor Fernández, convocó a políticos de todos los partidos para hablar de la situación actual en la región. Hubo legisladores y legisladoras provinciales y comunales. A pesar de la intención del encuentro, que procuraba generar acercamientos, hubo cruces entre los políticos, aunque acordaron volver a reunirse.
"Las región nos duele a todos", dijo monseñor Fernández, quien convocó a la reunión con una intención: llegar a puntos en común, que luego puedan derivar en políticas públicas para combatir la pobreza y mejorar el empleo y la producción.
Entre sus principales preocupaciones estuvieron la pobreza y el hambre en los barrios. Con estos encuentros, el arzobispo -de relación cercana al papa Francisco- intenta promover "consensos mínimos para el bien de la gente", lo que implicaría "trazar objetivos y propuestas concretas que permitan un desarrollo de los sectores productivos y así generar fuentes de trabajo", explicaron sus voceros.
Entre los asistentes, sobresalieron la diputada provincial Florencia Saintout (Unidad Ciudadana), los diputados Guillermo Bardón, Diego Rovella y Carolina Barros Schelotto (Cambiemos) y los senadores Juan Pablo Allan, Gabriel Monzó y Pilar Aylón, también oficialistas. Estuvieron, también, la concejala Lorena Riesgo, la presidenta del Concejo Deliberante, Ileana Cid, y Miguel Forte, referente del sindicato de Camioneros platense.
"Esta ciudad, que tiene tanta posibilidad de desarrollo, tiene uno de los institutos científicos más grandes del país y el cordón frutihortícola, entre tantas otras cosas. No puede ser que sea una ciudad que parezca condenada. Se puede revertir, y lo principal es generar empleo. Si no hay empleo no hay forma de salir de la pobreza", dijo a LA NACION la diputada Saintout, luego del encuentro.
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En un momento de la reunión, la legisladora de Ensenada Susana González lanzó: "Yo no vine a la casa de Dios a mentir, y la verdad es que actualmente las cámaras de la Legislatura están prácticamente cerradas". El oficialismo salió a responder y la discusión siguió ese curso por unos minutos.
Semanas atrás, el arzobispo Fernández se había reunido con miembros de las cámaras empresariales y pymes. En este encuentro propuso lo mismo: "Aunar esfuerzos que permitan avanzar en un plan de reactivación de la ciudad" y remarcó que "no es tarea de la Iglesia coordinar ni ejecutar, sino que sólo cumplía la función de alentar el diálogo para lograr consensos mínimos a mediano plazo, más allá de los gobiernos de turno".
El debate fue intenso. El acuerdo, por ahora, es que existe una necesidad de trabajar juntos, al menos en busca de dos o tres objetivos concretos. En principio, se pusieron todos de acuerdo en mandar los proyectos sobre las medidas que pueden cambiar la situación de pobreza de la región.
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"Se van a reunir los jefes de los concejos de cada ciudad (La Plata, Berisso y Ensenada), van a analizar todos los proyectos que se han presentado en los últimos años para lograr mejoras concretas para la población y, a partir de allí, seleccionar objetivos para formar mesas de trabajo con profesionales, con los sectores productivos, con gente de la universidad y especialistas", indicó monseñor Fernández.
Aunque el arzobispo consideró hacerse a un lado después de esta reunión, se le propuso que él convocara solamente al siguiente encuentro.
El intendente de La Plata, Julio Garro, el único jefe comunal presente en la reunión, consideró que se trató de una "muy valiosa convocatoria", y afirmó: "Estos encuentros nos permiten trabajar en conjunto y generar mejoras para la ciudad. Todos debemos dejar de lado las banderas políticas y llevar adelante debates sanos".
Por su parte, la concejala Riesgo -esposa de Roberto Baradel- se manifestó sobre la reunión en sus redes sociales: "La situación económica de nuestra región es desesperante para muchísimos vecinos y vecinas. Por eso, destacamos la convocatoria del arzobispo y debemos asumir el compromiso de trabajar de modo urgente por la creación de empleo digno".
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