Obispos católicos, pastores evangélicos y representantes de las comunidades judías y musulmana coinciden en la necesidad de respetar y cuidar las vidas vulnerables y vulneradas de niños y adolescentes. Reclamaron una mirada integral sobre la problemática.
Expertos y referentes religiosos hicieron su aporte sobre el proyecto de nuevo régimen penal juvenil que el Poder Ejecutivo envió al Congreso y que contempla la posibilidad de bajar de 16 a 13 años la edad de los menores que delinquen.
Fue en una actividad con mirada interreligiosa en la Universidad Nacional de Avellaneda, donde coincidieron en respetar y cuidar las vidas vulnerables y vulneradas de las infancias y adolescencias.
Además de la casa de altos estudios bonaerense organizaron los dos paneles sobre "La niñez y la adolescencia - Una mirada integral en tiempo de crisis del tejido social", el Obispado de Avellaneda-Lanús, el Obispado de San Isidro, el Equipo de Sacerdotes de Villas y Barrios Populares de la Argentina, el Equipo No Más Chicos Descartables, la Familia Grande Hogar de Cristo y la Universidad Latinoamericana de las Periferias (ULPE).
El panel de apertura estuvo a cargo del obispo de Avellaneda-Lanús, monseñor Marcelo Margni, y el rector de la UNDAV, ingeniero Jorge Calzoni.
El prelado expresó: "Agradezco habernos unido en esta iniciativa de monseñor Oscar Ojea y de la diócesis de San Isidro. Qué difícil es tender puentes; por eso, celebramos este momento. Estamos aquí reunidos expertos y religiosos de distintas tradiciones de la fe, y los que nos traen son los niños, niñas y adolescentes (NNyA) que viven en contextos de vulnerabilidad. Nos alegra mucho ver tantos jóvenes aquí".
El rector, por su parte, manifestó: "Gracias a ustedes por estar en nuestra universidad y también a quienes, desde tantas áreas, han hecho posible esta instancia, en la que superamos las diferencias de religiones y cuestiones de partidos políticos. Cuando hay violencias, lo fácil es ir al Código Penal; nosotros creemos en otro tipo de herramientas de trabajo social en los barrios, construyendo una sociedad distinta desde la escuela y el Estado. Y agradezco mucho la valoración que hace la Iglesia de la universidad pública".
El primer panel abordó el tema: "Acompañamiento de adolescentes en conflicto con la ley". Los diferentes expositores aportaron lo siguiente:
Ada Martínez, psicóloga clínica y forense, coordinadora del Cuerpo de peritos del fuero de Responsabilidad Penal Juvenil de Lomas de Zamora, dijo: "Compartiré una tesis sobre la Justicia Restaurativa como respuesta a los conflictos sociales, no haciendo foco en la edad e introduciendo un concepto: la ética del cuidado de la vida. Según el último informe de Unicef, con datos del 2023 del Ministerio Público de la provincia de Buenos Aires, sólo el 2% de las causas penales iniciadas corresponden a adolescentes. Según mi experiencia, los chicos que entran al sistema penal lo hacen vulnerados multidimensionalmente, son cuerpos marcados, agujereados, no pueden manifestar su dolor. Resumiendo: victimarios adolescentes, víctimas del sistema penal. La Justicia Restaurativa se constituye de procesos autocompositivos de conflictos, que promueven un encuentro con el otro, al que se le suma un facilitador".
El presbítero Pedro Bayá Casal, rector de la Fundación ULPE (Universidad Latinoamericana de las Periferias) y miembro del equipo de curas de las villas, afirmó: "La ULPE se alimenta de los saberes populares y los suma a la academia. Si algo sabe nuestra gente es cuidar la vida, y eso es lo que transmitimos. En este día del nacimiento de san Juan Bosco, que tanto hizo por niños y jóvenes, necesitamos pensar qué estamos haciendo con los chicos. Hay dos vertientes para abordar este tema: la reflexión y la ley, por un lado, y la práctica de los derechos, por el otro. Mi experiencia me indica que aquellos chicas y chicos que tuvieron algo como una familia en su niñez tienen más posibilidades de ponerse de pie; a los que no, les cuesta mucho más".
Lucía Pardo, trabajadora social y directora de la Lic. de TS de la ULPE - Hogar de Cristo, sostuvo: "Estos temas nos convocan desde el corazón, con nuestros laburos en nuestros barrios. Quiero cambiar el foco: ¿de quién es la verdadera responsabilidad de que nuestros pibes sean soldaditos? Acá tiene que empezar el debate, en los adultos. Traigo tres elementos: mercado, Estado y sociedad; todos, de una forma u otra, estamos ahí, e inmersos en una crisis muy brava. El Observatorio de la UCA dio dos números: el 55.5% de pobreza en la Argentina y que siete de cada diez niños son pobres. Hay cinco tipos de dispositivos: de aprensión especializada; de guardia; medidas penales de territorio; establecimientos de restricción de libertad; establecimientos de privación de libertad. Privar de la libertad a un pibe no está recomendado en ningún aspecto. Tener siempre presentes las '3 C' (Capilla-Club-Colegio) y las '3 T' (Tierra-Techo-Trabajo). Ante casos de familias desmembradas, pensar en crianzas comunitarias".
Gustavo Javier Herrero, abogado e integrante del Cuerpo Interdisciplinario del Fuero Penal de Menores del Poder Judicial de la Nación por el Juzgado Nacional de Menores Nº 2, forma parte del Módulo Infancias y Adolescencia del Observatorio de Políticas Públicas de la UNDAV advirtió: "Estamos ante el peor escenario de punibilidad para los jóvenes, es decir, equiparar a un niño o adolescente con un adulto. En 1990, la Argentina adhirió a la Convención de los Derechos del Niño y la Constitución Nacional la tiene incorporada. El proyecto actual de ley apunta a la privación de la libertad usando eufemismos. ¿Necesitamos una reforma? Sí, pero no así".
Segundo panel
El segundo panel desarrolló "La mirada de las religiones sobre el cuidado de la niñez, adolescencia y juventud". Esto expresaron los ponentes:
El rabino Marcelo Polakoff, comisionado de Diálogo Interreligioso del Congreso Judío Latinoamericano, se centró en las diferencias históricas entre los niños y púberes de la antigüedad y los NNyA de hoy: "La adolescencia surgió como concepto hace 150 años. En el pasado, una niña de 12 años o un niño de 13 ya se podían casar, daban un salto de la infancia a la juventud. Esto fue cambiando de acuerdo con las religiones y las culturas". Y se preguntó además: "¿Delito de adultos, pena de adultos? Claramente, no".
Emir Jarmub, del Instituto de Diálogo Interreligioso y de confesión islámica, compartió un texto que fue elaborado junto con el dirigente musulmán Omar Abboud, en el que destacó el respeto que el islam expresa por los niños: "Los derechos de los niños comienzan desde antes de nacer, con un inclaudicable derecho a la vida. El cuidado y la protección de los niños es clave. La educación debe ser religiosa y moral, los niños tienen derecho a ser tratados con justicia y equidad. Los padres son los primeros educadores". Con respecto a la niñez y las penalidades, "vemos la inmadurez y la vulnerabilidad de los menores", y es la pubertad, efectivamente, "la edad de responsabilidad penal, ya que eso marca el inicio de hacerse responsables de sus acciones". En tanto que la protección y rehabilitación debería ser "sin castigos severos, ya que son seres en desarrollo. Los niños no son considerados plenamente responsables de sus acciones hasta que llegan a la pubertad."
Mons. Oscar Ojea, presidente de la Conferencia Episcopal Argentina y obispo de San Isidro, llevó a la conversación el pasaje evangélico de Jesús con los niños (Mt 10), y recordó un comentario del Papa Francisco: "¿Qué le dirán los ángeles de los chicos a Dios acerca de nosotros?". Y fue a lo que, según él, sería el meollo de la cuestión: "En realidad, estamos debatiendo un problema de los adultos. No se mira la causa profunda de la vulnerabilidad. ¿Cómo humanizar la vida dando herramientas? En el Hogar de Cristo vemos lo que significa la comunidad, Francisco llama a esos hogares 'espacios de salvación comunitaria'. La Justicia Restaurativa es un camino que tenemos que andar, que tiene que ver con la cultura del cuidado". Señaló además que "los medios de comunicación demonizan los actos de los chicos y así se van creando grietas: allá ellos, acá nosotros". Recordando un caso que él mismo vivió, acompañando a una señora que tenía un hijo fallecido y que no lograba acceder al sistema de justicia, Ojea contó que acudió a gente vinculada a los tribunales de justicia, que le respondieron: "Esas son muertes ecológicas". "¿Hay muertes y muertes, entonces? Precisamos una mirada purificada, trabajar juntos y volver a los marcos de dignidad. Los jóvenes merecen esperanza."
Con una breve oración, el padre Bennardis cerró el encuentro, expresando: "Le pedimos al Dios Creador construir una Patria digna para nuestros niños".
Fuente: Curas villeros
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