Lo dispuso el Gobierno, a partir de una alerta recibida la semana pasada de una embajada extranjera.
El gobierno de Mauricio Macri recibió el miércoles pasado de una embajada extranjera una alerta por un posible ataque en Buenos Aires, al que se vinculaba con organizaciones fundamentalistas islámicas.
Frente a ello, las fuerzas federales de seguridad y las áreas de inteligencia del Estado organizaron dispositivos de prevención y ordenaron reforzar la seguridad de edificios públicos e instituciones judías, que podrían ser blanco de posibles objetivos terroristas. El principal operativo, aunque en reserva, se dispuso en la sede de la AMIA.
La semana última se hizo la comida anual de la AMIA, a la cual asistió la vicepresidenta Gabriela Michetti, a cargo en ese momento del ejercicio de la presidencia, debido a que Macri se encontraba en Nueva York.
El director de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Gustavo Arribas , recibió a los organismos de seguridad e inteligencia, incluidas la Policía Federal, Gendarmería y Prefectura, confirmaron fuentes oficiales y autoridades de los organismos.
En el Gobierno adjudicaron la alerta a diversos escenarios posibles: uno era la cena anual de la AMIA; otro era la situación de crisis que existe en el Líbano con el enfrentamiento entre sunnitas y chiitas, que enfrenta a Arabia Saudita con la República Islámica de Irán.
También hubo quien atribuyó la alarma a los avances en las causas judiciales que instruyen los jueces federales Claudio Bonadio y Julián Ercolini, quienes investigan el posible encubrimiento de Irán en el atentado a la AMIA y el homicidio del fiscal Alberto Nisman.
En la primera causa, fueron indagados la ex presidenta Cristina Kirchner y varios funcionarios de su gobierno. En la segunda, el fiscal Eduardo Taiano imputó a Diego Lagomarsino como partícipe necesario del homicidio por aportar el arma que mató a Nisman y pidió su indagatoria, aceptada por Ercolini para mañana.
En la Casa Rosada aseguraron que la alerta tenía autores desconocidos pero fue transmitida por fuentes extranjeras, más precisamente una embajada. "Todo es secreto, no sabemos cómo se filtró", dijeron fuentes.
Próximas cumbres
Paralelamente, el Gobierno está tomando recaudos para custodiar las cumbres de la OMC, el 10 de diciembre próximo, y del G-20, a fines de 2018, y las reuniones preparatorias en pocos días. Los operativos fueron reforzados luego de los últimos episodios de violencia política por el caso Maldonado en diversas marchas de manifestantes radicalizados.
"La información es acertada, es un tema secreto", señaló una alta fuente del Gobierno. Otro funcionario agregó: "Fue una alerta de fuentes internacionales y desde el momento se tomaron todos los recaudos trabajando todo el sistema de inteligencia y de seguridad".
En forma paralela, el embajador de Israel en Colombia, Marco Sermoneta, alertó sobre la presencia de Irán en la Triple Frontera, en una entrevista televisiva reproducida en la Agencia Judía de Noticias. El portal señala que Sermoneta "confirmó la presencia e influencia de Irán en la región".
En tanto, medios judíos presumen que ese supuesto renovado interés de Irán por la región obedece a la visita del primer ministro Benjamin Netanyahu a la Argentina, Colombia y México en septiembre pasado.
Comentá la nota