La medida abarca a los templos de las diferentes confesiones presentes en Argentina. Tendrá más incidencia en la comunidad judía y musulmana, y menos en los evangélicos que asisten a los servicios religiosos, que siguen vedados.
El Gobierno autorizó el lunes la reapertura de los templos de todos los credos en el país para "la asistencia espiritual a los fieles y los rezos individuales" luego de estar 50 días cerrados por el "aislamiento social, preventivo y obligatorio".
El Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto estableció que en las iglesias reabiertas seguirán estando prohibidas las ceremonias religiosas con fieles por el riesgo de contagio.
La medida abarca a los lugares de culto de las diferentes confesiones religiosas.
Sin embargo, tendrá más incidencia en la comunidad judía y musulmana, y menos en los evangélicos que asisten a los servicios religiosos, que siguen vedados. Por ejemplo, los fieles islámicos podrán acudir a las mezquitas para la oración, pero en número reducido y con el debido distanciamiento social entre unos y otros.
El jefe de Gabinete Santiago Cafiero y el canciller Felipe Solá se reunieron con el titular de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) Oscar Ojea, el cardenal Mario Poli y el monseñor Carlos Malfa.
A partir de la aprobación del Gobierno, el secretario de Culto Guillermo Oliveri convocó para el martes a Malfa para diagramar un "protocolo sanitario que servirá de guía específicamente para la Iglesia Católica".
Tras la reunión en la Casa Rosada, desde la Conferencia Episcopal remarcaron: "Se ratificó la posibilidad de que los templos estén abiertos para la oración individual".
También afirmaron que "los sacerdotes podrán recibir, de ser posible de manera previamente acordada, a los fieles que soliciten ayuda espiritual, siempre teniendo en cuenta las disposiciones sanitarias".
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