El Congreso Judío Latinoamericano (CJL), la AMIA y la DAIA realizaron este viernes en el hotel Alvear un desayuno para celebrar la festividad de Rosh Hashaná (año nuevo hebreo). El evento contó con la participación de más de un centenar de referentes políticos, religiosos, embajadores, periodistas y miembros de los tres poderes del Estado.
Claudio Epelman, director ejecutivo del Congreso Judío Latinoamericano, agradeció a los presentes participar del brindis por el nuevo año judío y explicó que querían compartir algunas de las tradiciones de la religión judía, siendo la primera el toque del Shofar, que estuvo a cargo de rabino Marcelo Bater.
Posteriormente, el rabino Isaac Sacca, luego de agradecer la invitación a los anfitriones, se refirió a que hacía dos días, había sido Iom Kipur, “un día de ayuno dedicado a la reflexión, a la introspección y al balance personal, siendo la moraleja: así como el cuerpo necesita alimento, también nuestro espíritu necesita alimento, que es lo que D’s quiso con Ion Kipur, que aprendamos una vez al año que el espíritu, el alma, se debe alimentar. Eso se alimenta con gestos y con actitudes como ustedes hacen contribuyendo con el bien social, dedicarse a la solidaridad, a la armonía entre las naciones, a la unión entre las personas, al amor, a la paz y a la seguridad de la Nación”. Luego solicitó: “D’s os bendiga a todos, a este bendito país, a toda la comunidad judía y la comunidad internacional, con un año de alegría y felicidad”.
Por su parte, el vicepresidente en ejercicio de la presidencia de la AMIA, Ralph Thomas Saieg, realizó una bendición sobre un trozo de manzana mojada en miel, símbolo del pedido de que el año que se inicia sea bueno y dulce, y afirmó que el deseo de la AMIA es que el próximo año: “Ayudemos a que los pecados anteriores se transformen en bendiciones y que ayudemos a toda la sociedad, tanto comunitaria como argentina, a disminuir la pobreza. En esa difícil tarea la AMIA sabe trabajar y la hace muy bien”.
Por otro lado, el presidente de la DAIA, Ariel Cohen Sabban, fue el encargado de pronunciar la bendición sobre el vino, y sostuvo: “Compartir todos juntos es una muy buena iniciativa. Esta es una acción que debemos seguir trabajando, continuando y mostrar la comunidad unidad, tal vez el objetivo más importante que tenemos, que trazarnos, y aprovechar este nuevo año para empezar a realizar cambios. Más allá de modificar algunas actitudes que todos tenemos, creo que el gran objetivo que todos tenemos es comenzar a trabajar mancomunadamente por una Argentina mejor, por una construcción pacífica de nuestro país, por una comunidad que se ha integrado a lo largo y a lo ancho del país y esperando que sea un año, en lo que respecta a la DAIA, con mucho crecimiento, sin discriminación”.
“Que sea un año donde podamos, entre todos, combatir la xenofobia, la discriminación, la lucha contra el antisemitismo, y sobre todo ser parte integral, como lo somos, de este país. Esperemos juntos poder brindar y el año que viene que podamos seguir admirando los éxitos que tiene nuestro país, a esta comunidad tan maravillosa que ha sabido en los momentos más duros, que fueron los de los atentados, volverse a poner de pie. Hoy aquellos que quisieron obscurecer la estructura de la comunidad judía no lo han logrado, y me parece que el brindis sería tener un país en el que seguimos iluminando, construyendo y sigamos siendo parte activa de la sociedad argentina”, manifestó Cohen Sabban.
Finalmente, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, dirigió su mensaje a los presentes, a quienes trasmitió el saludo del presidente Mauricio Macri, quien estaba en Roma para reunirse con el Papa. “Mi presencia es trasmitir el saludo de todo el Gobierno en un día tan especial para la comunidad. Recién me preguntaban sobre la posición del Gobierno sobre la relación con Israel, la lucha por la verdad y la justicia. Lo que yo contesté es que nosotros no cambiamos, seguimos sosteniendo las mismas cosas que sostuvimos desde el gobierno de la Ciudad y en la campaña (electoral), porque el cambio que comenzó en la Argentina el 10 de diciembre, más allá del cambio en las políticas públicas, es un cambio de valores, que tiene sobre todo la intención de reflotar el valor de la palabra en la Argentina, de reflotar el valor de la ética, del ejemplo, del trabajo, de la solidaridad. Todos valores que compartidos con la comunidad judía. Yo brindo por eso entonces, por seguir construyendo juntos una Argentina más unida, una Argentina donde se respetan y se afianzan todos los días estos valores, y por también desdramatizar la política y poner el drama donde realmente existe, que es la situación social tremenda en la Argentina con uno de cada tres compatriotas debajo de la línea de la pobreza. Ahí tiene que estar el drama y también la voluntad de todo el pueblo argentino, de todas las comunidades dentro del pueblo argentino, de trabajar juntos para superar esta situación. Yo creo y soy optimista de que estamos en el buen camino”.
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