Se realizó, en el cementerio de Tablada, una emotiva ceremonia de recordación a las víctimas del atentado a la AMIA

Se realizó, en el cementerio de Tablada, una emotiva ceremonia de recordación a las víctimas del atentado a la AMIA

Durante la mañana del 10 de Av, fecha en la que se cumple el aniversario del atentado terrorista el 18J en el calendario hebreo, AMIA realizó, en el cementerio comunitario de Tablada, una ceremonia de recuerdo y elevación de las almas de las personas que fueron asesinadas en la masacre perpetrada hace 30 años contra la sede de Pasteur 633.

 

El acto contó con las palabras de bienvenida del secretario general de la AMIA, Gabriel Gorenstein, quien tuvo a su cargo la conducción de la ceremonia, que se desarrolló en la parte nueva del cementerio.

Gabriel Gorenstein, secretario general de la AMIA.

Allí, el presidente de la institución, Amos Linetzky, quien fue uno de los oradores del acto, se refirió a las tres semanas de duelo vividas, a partir del 18 de julio, e instó a hacer el bien, a seguir aprendiendo, y seguir honrando a cada una de las víctimas del atentado, aún impune, del 18 de juilio de 1994.

En su mensaje, Linetzky compartió una semblanza de Mirta Strier, una de las 85 víctimas fatales del atentado del 18J, quien trabajaba en la AMIA, y fue un ejemplo de integridad, fortaleza y de amor por sus tres hijos.  “De ella, podemos aprender lo que es ser una luchadora, que se tuvo que poner una familia al hombro. Y lo hizo, y lo hizo bien”, destacó al momento de recordar sus valores.

Amos Linetzky, presidente de la institución.

En el homenaje realizado en Tablada, el rabino de AMIA, Eliahu Hamra, fue el encargado de recitar capítulos de Tehilim y el Malé Rajamim. “Hoy, no estamos aquí solo conmemorando y orando, sino que también estamos participando de un reencuentro, un reencuentro con las almas de quienes ya no están, para pedirles que recen por nosotros”, destacó.

“En nuestra tradición, el día de Iortzait es el momento del año, en el que las almas bajan y se encuentran presentes en las tumbas, donde descansan sus cuerpos. Con estas almas, vamos a reencontrarnos hoy para reflexionar”, expresó.

Eliahu Hamra, rabino de AMIA.

En el acto también hizo uso de la palabra el rabino Tzvi Grunblatt, director de la fundación Jabad Lubavitch, quien marcó la diferencia conceptual de las fechas del calendario gregoriano y del hebreo.

“El 18 de julio es el reclamo a la justicia, el reclamo a quienes tienen la responsabilidad para llevar a juicio a quienes corresponde. Cuando hay justicia, hay verdad. Cuando hay justicia y verdad puede haber paz, eso es el 18 de julio”, aseguró.

“Luego, existe el concepto de quien partió, el concepto del alma, el concepto de la chispa de D-os que había y que hay en cada una de las víctimas de este terrible atentado, una chispa que es eterna”, destacó al hacer referencia al aniversario que se cumple cada 10 de Av.

Rabino Tzvi Grunblatt, director de la fundación Jabad Lubavitch.

En la ceremonia Gabriel Fail, hijo de Esther Klin, una de las 85 víctimas fatales del ataque a la AMIA, recitó el kadish de duelo, para la elevación del alma de todas las personas que fueron asesinadas. Luego, evocó la figura de su madre, cuyo cuerpo logró ser rescatado una semana después de la masacre perpetrada, y quien hacía el kidush en shabat en la casa de su hijo.

Gabriel Fail recordó el particular shabat que vivió, tras el lunes 18 de julio de 1994. “Yo no me había movido del lugar, sino que estaba a la expectativa de alguna información. Y, en un momento a la noche, de repente apareció una mesa con vino y con jalot, y me pidieron que hiciera el kidush. Para mí, fue algo muy importante en ese momento; tener la oportunidad de ver que mi mamá estaba muy cerca mío, fisica y espiritualmente. Y ahí me di cuenta realmente de lo que es la divina providencia”.

Gabriel Fail, hijo de Esther Klin, una de las 85 víctimas fatales del atentado a la AMIA.

Al finalizar el acto, los asistentes acompañaron a Gabriel Fail, y a Jennifer Dubin, hija de Norberto Dubin; Marina Degtiar, hermana de Cristian Degtiar, y a Susana Wetheimer, madre de Liliana Szwimer; a colocar flores y a encender una vela en cada una de las tumbas de las víctimas del atentado a la AMIA, que se encuentran enterradas en el cementerio de Tablada.

La ceremonia realizada el miércoles 14 de agosto dio continuidad a los homenajes que la institución organiza, cada año, en la fecha en que se produjo el ataque, de acuerdo con el calendario hebreo.

Doron Pe’er, agregado de Diplomacia Pública en la embajada de Israel en la Argentina.

En la ceremonia también se pidió por la urgente liberación de las personas que aún permanecen cautivas en manos de la organización terrorista Hamas. Se hizo a través de una oración por el regreso de los secuestrados que fue recitada por el agregado de Diplomacia Pública en la embajada de Israel en la Argentina, Doron Pe’er.

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