El presidente de la AMIA, Leonardo Jmelnitzky, afirmó hoy que el esclarecimiento de la muerte del fiscal Alberto Nisman es “es un imperativo para la sociedad argentina”, en el acto organizado en la puerta de la mutual para pedir “verdad y justicia”.

Frente a cientos de manifestantes, Jmelnitzky resaltó que el fallecimiento de Nisman “enluta la República", y agregó “una vez más la muerte, una vez más el sentimiento de impotencia” en la causa por el atentado de 1994, donde murieron 85 personas.

Antes del acto, en la sala de sesiones de la AMIA se encontraban el presidente de la institución, el titular de la DAIA, Julio Schlosser; el embajador de Francia en Argentina,  Jean-Michel Casa; el diputado Julio Cobos; el gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota; el diputado Francisco de Narváez, miembros del Congreso Judío Latinoamericano (CJL); el presidente del Banco Ciudad, Federico Sturzzenegger; y el secretario general la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (Uatre), Gerónimo "Momo" Venegas, entre otros políticos y dirigentes comunitarios.

Por su parte, en su discurso, Schlosser recordó que “el Memorándum (de Entendimiento con Irán) se firmó justo el 27 de enero, la fecha internacional de conmemoración del Holocausto,  y se firmó con aquellos que niegan el Holocausto y  toda participación cuando están implicados en la causa” AMIA.

Uno de los momentos más emotivos fue cuando el titular de la DAIA mencionó a todas las víctimas del atentado y agregó el nombre de Nisman. “Donde falta alguien en la mesa, es en la mesa de los familiares de las víctimas. A esta lista tenemos que agregar a todos los que murieron por dolor”, entre los que incluyó al fiscal.

“Por su muerte no vamos a permitir que muera la esperanza de justicia, la causa que investigamos y la causa AMIA”, concluyó.

En el acto también estuvo la embajadora de Israel en Argentina, Dorit Shavit.

Nisman fue hallado en su departamento de Puerto Madero con un tiro en la cabeza el domingo, horas antes de presentarse en el Congreso para explicar su denuncia a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y al canciller Héctor Timerman por un supuesto “encubrimiento a los iraníes” acusados de perpetrar el atentado en 1994.