Como cada año, miles de personas se acercaron al santuario en el día de la Inmaculada. La misa fue presidida, por primera vez, por el obispo diocesano, Mons. Fray Carlos María Domínguez.
El santuario de la Virgen del Valle Grande, ubicado a pocos kilómetros del embalse mendocino homónimo, recibió el 8 de diciembre a miles de peregrinos, que llegaron hasta allí caminando, a caballo, y en bicicleta, motos, autos y camionetas.
Todos quisieron saludar a María en su día, y muchos de ellos aprovecharon a recibir las bendiciones que brindaba el presbítero José Antonio Álvarez, rector del santuario, quien también administró durante la jornada el sacramento de la Reconciliación.
Las actividades principales se desarrollaron por la tarde, con una caravana de vehículos que partió desde la parroquia María Auxiliadora, manteniendo esa tradición salesiana. Por primera vez, el obispo de San Rafael, monseñor Fray Carlos María Domínguez OAR, presidió la misa.
Durante la homilía, el prelado animó a imitar a María, diciéndole 'Sí' al Señor. "María supo decir que sí y cambió la historia. Para saber decir que sí, hay que decir muchos 'no' antes. María le dijo que sí al indicado; Adán se equivocó y le dijo que sí a la serpiente y no a Dios", explicó.
"Acá está la clave para nosotros: muchas veces, Dios nos va a pedir un sí en la lucha contra el pecado, muchas veces vamos a tener que decir que no", planteó, e invitó a celebrar a María y a poner los ojos en Ella, para que, "cuando queramos tener una vida seria para responderle al Señor y nos viene la tentación del pecado, podamos decir que no, para poder decir que sí".
"Que la Virgen nos ayude en este caminar diario, en el que nos codeamos muchas veces con dificultades. Ella es nuestro espejo, nuestra guía, y de Ella conseguimos la gracia para poder decir que sí", concluyó.+
Comentá la nota