Consultado acerca de qué le generaba este nuevo cargo, Rojzman expresó: »Me siento profundamente orgulloso que a los 20 años de haber llegado a Miami el grupo colegiado de rabinos me otorgara el honor de presidir la organización por los próximos dos años».

»El modelo norteamericano, en el que una organización nuclea a rabinos de las diferentes corrientes religiosas (reformistas, conservadores, ortodoxos y jasidicos), es absolutamente impensable en Latinoamérica, donde fuimos criados en la sospecha y la falta del respeto hacia el que no cumple de la forma que yo creo es la legítima”, explicó Rojzman.

»Ocurre a la inversa en esta parte del mundo. Lo que es impensable en los Estados Unidos es que no haya espacios donde los rabinos que adhieren a distintas denominaciones no se reúnan a estudiar juntos y a pensar en la agenda del judaísmo de la ciudad en la que viven”, agregó Rojzman.

»Temas como inmigración, tráfico de personas y control de armas, son relevantes para todos los humanos y el judaísmo tiene algo para decir acerca de ello.

No tenemos que acordar en cómo aplicar la ley judía en el siglo XXI para poder sentarnos alrededor de una mesa y trabajar por el bienestar de mi ciudad, del pueblo judío y del Estado de Israel», afirmó el rabino.

Finalmente, Rojzman cerró sus palabras recalcando que está convencido que el honor que le otorgan no es para honrar a su persona sino al Rabinato latinoamericano como un todo.