El arzobispo del 25M ejecuta una cuerda dialoguista para el concierto pastoral y político. Proyección nacional, cardenalato y tándem con Tucho Fernández.
Por Guillermo Villarreal.
El arzobispo Jorge García Cuerva interpreta la partitura pastoral y política que el papa Francisco le encomendó ejecutar en Buenos Aires y es quien predicó el sermón del primer tedeum patrio por el 25M que escuchará el presidente Javier Milei en la catedral porteña.
La elección de Jorge Bergoglio para guiar a la feligresía católica porteña conlleva un cambio de era, después de una década de gestión del cardenal Mario Poli, a quien el clero arquidiocesano evalúa con “claroscuros” y que considera “ha desentonado” en varias líneas.
También confirma que el papa quiso un intérprete nato de su doctrina en momentos de reformas eclesiales profundas; además de un interlocutor válido que se plante frente al poder –como ya lo ha hecho- en estos nuevos tiempos políticos libertarios y de crisis económica con demandas sociales.
Jorge García Cuerva frente a la grieta
García Cuerva llegó a Buenos Aires salpicado por la efervescencia de una grieta que todo lo divide o posiciona: esa que lo vinculó rápidamente con el peronismo por alguna de sus predicaciones; y lo obligó a tomar distancia –y hasta quejarse- de la “sobreactuación” que hicieron Sergio Massa y su esposa Malena Galmarini. Fue a raíz de la actitud que adoptó la pareja tigrense en las redes sociales al conocerse la noticia de la promoción arzobispal de su “amigo”.
Ante aquel revuelo inicial por sus conexiones con todas las líneas de la coalición oficialista, personas que conocen a este cura-obispo de los barrios populares bonaerenses salieron a respaldarlo públicamente y destacaron que siempre ha tenido un buen diálogo con las autoridades políticas, sin importar su filiación partidaria. En este sentido, pusieron como ejemplo las conversaciones que tuvo con Carolina Stanley, ministra de Desarrollo Social durante la gestión de Mauricio Macri, o con la exgobernadora bonaerense María Eugenia Vidal.
Fuentes eclesiásticas consultadas por Letra P recordaron otros antecedentes dialoguistas que, dijeron, “evidencian su perfil de clérigo metido en el barro de la realidad social circundante”. Entre otros, haberse ofrecido de mediador para intentar sentar (no lo logró) a las partes y buscar un acuerdo para destrabar el conflicto de la educación provincial entre la exgobernadora santacruceña Alicia Kirchner y la Asociación Docentes de Santa Cruz (Adosac).
Jorge García Cuerva, el elegido por el papa para Buenos Aires
Más allá de la mirada de reojo de un sector de la clase política y del rechazo de quienes representan al ultraconservadurísmo eclesial, García Cuerva es considerado el "mejor alumno" de Bergoglio en materia doctrinal y el protagonista que el papa puso para la escena política y su eventual viaje al país.
“Quiero ser el pastor de todos, especialmente de aquellas ovejas más heridas, que más sufren, que se sienten excluidas, marginadas”, se posicionó después de recibir el palio arzobispal quien incluyó en su emblema episcopal la imagen de un techo de chapa, característico de las casillas de las villas de emergencia.
De hisopos, relatos y vacunatorio vip
A diferencia del cardenal Poli, que ha apelado a sermones con fundamento histórico y bases referenciales misericordiosas, la predicación de García Cuerva es de alto impacto mediático. Ni calla ni otorga; va directo al hueso, como lo hizo en plena pandemia al criticar el vacunatorio vip o al exhibir un hisopo de gran tamaño para reclamarle a la dirigencia política en general que se saque el "tapón de cera del relato" y escuche las urgencias de la gente.
García Cuerva tampoco deja de poner el dedo en la llaga de la coyuntura social con un índice de pobreza que supera el 50% o de cuestionar las políticas económicas incapaces de controlar la inflación; variable que define como “el impuesto a los pobres”. Ni de callarse, como lo hizo tras las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) de las legislativas 2021, cuando atribuyó la derrota del Frente de Todos a la falta de humildad y escucha de quienes integran el oficialismo nacional.
Tándem sincrónico con Tucho Fernández
Desde la sede primada porteña, García Cuerva forma un tándem sincrónico y a la distancia con el cardenal Tucho Fernández, quien está a cargo del estratégico Dicasterio para la Doctrina de la Fe. El objetivo: profundizar y proyectar la doctrina pastoral y social bergogliana tanto en Roma como en Buenos Aires.
Pese a que García Cuerva no viste todavía la púrpura cardenalicia, en ambientes eclesiásticos aseguran que Bergoglio lo creará (término eclesiástico) cardenal antes de fin de año, para formar parte junto con Fernández, Rossi y Poli del grupo de los cuatro argentinos con derecho a voto en un cónclave para elegir al futuro papa.
La proyección del arzobispo García Cuerva en el esquema de poder eclesiástico no quedará en la promoción arzobispal, dado que en la asamblea plenaria electiva de noviembre próximo podría ser elegido para presidir alguna de las comisiones clave en las que está organizada la Conferencia Episcopal Argentina, o tal vez formar parte de la mesa ejecutiva en calidad de vicepresidente; un primer paso para acceder más adelante a la conducción total del organismo eclesial vernáculo.
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