Familiares, amigos y religiosos le dan el último adiós al párroco de Mackenna. Ayer, también fue despedido en Sampacho
Familiares y amigos despiden al padre Jorge “Coqui” Vaudagna, en medio de muestras de profundo dolor y consternación.
En horas de la tarde del miércoles, el cuerpo del sacerdote fue velado en el Santuario de La Consolata de Sampacho.
El ataúd fue portado por miembros de la familia Vaudagna. La ceremonia fue íntima.
El obispo Adolfo Uriona destacó “la gran capacidad de trabajo” del sacerdote asesinado, haciendo referencia a su obra que fue la creación del colegio Sagrada Familia.
El padre Osvaldo Leone, encargado del Santuario, en diálogo con Puntal, aseguró que “la familia sacerdotal está de duelo”.
A la vez, se mostró preocupado por el hecho de inseguridad que terminó con la vida del cura de la parroquia mackennense.
Muchos fieles se congregaron en las afueras para darle el último adiós al sacerdote que fue abatido por delincuentes en Mackenna.
En tanto, en la jornada de hoy los restos fueron trasladados a dicha ciudad, donde son velados en la parroquia San José.
Y luego volverán a Sampacho, donde serán sepultados en el cementerio local.
Ahora resta saber quién se hará cargo de la parroquia San José.
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