El Profeta Noé (Nūḥ) en el Corán y la Biblia: similitudes y diferencias

El Profeta Noé (Nūḥ) en el Corán y la Biblia: similitudes y diferencias

El Profeta Nūḥ —conocido en la tradición judeocristiana como Noé— es una figura esencial dentro del islam. Su historia, recogida tanto en la Biblia como en el Corán, muestra a un hombre piadoso, resiliente y completamente entregado a su misión divina.

 

Aunque los relatos comparten elementos comunes, el islam ofrece una versión más depurada y coherente con la infalibilidad profética, diferenciándose en varios puntos clave de la narrativa bíblica. Este artículo explora esas diferencias con base en el Corán y la tradición islámica, aportando una perspectiva fiel a la visión musulmana.

La misión profética de Nūḥ en el islam

Nūḥ (la paz sea con él) es considerado uno de los cinco grandes mensajeros universales (ulūl ‘azm), enviado por Allah a un pueblo entregado a la idolatría y la corrupción. Su historia se menciona en numerosas suras: Hud (11)Nūḥ (71)Los Profetas (21) y Los Poetas (26), entre otras.

Un llamado persistente a la fe

Durante 950 años (Corán 29:14), el Profeta Nūḥ predicó con paciencia, pero su pueblo persistió en el rechazo. Solo un pequeño grupo de creyentes aceptó el mensaje y fue salvado con él en el arca.

Modelo de rectitud

Nūḥ es descrito en el Corán como un hombre recto, sincero y obediente a Allah. Nunca se desvió ni buscó beneficio personal; fue un guía espiritual firme, incluso frente a la traición dentro de su propio entorno familiar.

Diferencias clave con el relato bíblico

Aunque la historia de Noé es ampliamente conocida por su aparición en el Génesis, la tradición islámica corrige o matiza varios aspectos.

Alcance del diluvio

En la Biblia, el diluvio es un evento global que acaba con toda la humanidad. El Corán, sin embargo, no afirma que haya sido universal, sino que lo presenta como un castigo regional dirigido exclusivamente al pueblo de Nūḥ, que rechazó la verdad.

Quiénes entraron en el arca

El Génesis menciona que solo Noé, su esposa, sus tres hijos (Sem, Cam y Jafet) y las esposas de estos fueron salvados. El Corán añade un matiz importante: la esposa de Nūḥ no se salvó por ser incrédula (Sura 66:10). Además, algunas fuentes islámicas mencionan que hasta 80 creyentes no pertenecientes a su familia también entraron en el arca.

Número de hijos y la prueba de fe

El islam afirma que Nūḥ tuvo cuatro hijos, no tres como en la Biblia. Uno de ellos, al no creer en el mensaje, se negó a embarcarse y trató de refugiarse en una montaña (Sura 11:42–46). A pesar de que Nūḥ intercedió por él, Allah respondió que “no era de su familia” por su falta de fe, subrayando la primacía del vínculo espiritual sobre el sanguíneo.

El honor de los profetas: el rechazo de la embriaguez

Una diferencia especialmente significativa aparece tras el diluvio. En la Biblia (Génesis 9), se narra que Noé plantó una viña, bebió vino, se embriagó y quedó desnudo. En cambio, el Corán y la tradición islámica no recogen ni aceptan este episodio.

Infalibilidad profética en el islam

Según el islam, los profetas son modelos de virtud y están protegidos de cometer pecados graves que afecten su misión (ismah). Atribuir embriaguez o desnudez vergonzosa a un profeta va contra la creencia islámica. El relato bíblico, por tanto, no se acepta como válido desde la perspectiva islámica.

El legado espiritual de Nūḥ (la paz sea con él)

Nūḥ representa para los musulmanes el ejemplo del profeta que persevera a pesar del rechazo social y la oposición familiar. Su historia enseña:

- El valor de la paciencia y la constancia.La importancia del monoteísmo y la obediencia a Allah.

- Que la verdadera cercanía no depende del parentesco, sino de la fe compartida.

- Una figura compartida, una visión distinta

Tanto el islam como el cristianismo y el judaísmo reconocen la figura de Noé. Sin embargo, la versión coránica ofrece una imagen más coherente con la santidad profética y destaca la centralidad del mensaje divino y la fe individual.

Para los musulmanes, Nūḥ es un símbolo de perseverancia, obediencia y confianza plena en Allah. Su relato sigue siendo una fuente de inspiración espiritual y un recordatorio de que el verdadero éxito reside en mantenerse firme en la verdad, incluso frente a la adversidad.

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