Siguen las buenas noticias respecto a la salud del Papa Francisco. Ya no necesita asistencia respiratoria durante la noche y se la redujo durante el día, mientras que la neumonía bilateral está controlada, aunque no eliminada, lo cual “confirma que el estado clínico del pontífice está mejorando”.

Así surge del parte médico difundido este miércoles por la tarde que dice que el Papa “suspendió la ventilación mecánica no invasiva (nocturna a través de una máscara) y también se redujo la necesidad de oxigenoterapia de alto flujo” (a través de una bigotera= durante el día.

De hecho, la Oficina de Prensa del Vaticano dijo este jueves que pasó la noche  "sin el auxilio de la respiración asistida", pero señaló que "todavía los médicos hablan de una estadía larga en el hospital" por lo que no se sabe cuando se le dará el alta.

“Continúan los progresos de la fisioterapia motora y respiratoria”, señala el parte y agrega que “esta mañana, en el día de la solemnidad de San José -del cual Jorge Bergoglio es muy devoto-, el Santo Padre concelebró la santa misa”.

La Oficina de Prensa del Vaticano dice que “para los médicos, las infecciones pulmonares están bajo control, aunque no eliminadas. Los valores de los análisis clínicos están dentro de la normalidad y el Papa continúa sin fiebre”.

Detalla que la jornada del Papa “transcurrió entre terapias, oración y alguna actividad” y aclara que “aún no se ha tomado ninguna decisión respecto a (su participación en) los ritos de Semana Santa” que comienza el domingo 13 de abril.

Dado que el estado del Papa es estable -completa-, el próximo boletín médico se espera no antes de la próxima semana, aunque la Oficina de Prensa volverá a dar algunas informaciones generales el viernes y el lunes próximos.

El Papa fue internado el 14 de febrero en el policlínica Gemelli por una bronquitis que derivó en una neumonía bilateral y cuatro broncoespasmos que generaron gran preocupación.