La parroquia de Guisona, un pequeño pueblo de la provincia de Lleida, ha causado polémica con su inédita iniciativa de la tradicional procesión de los Reyes Magos.
Esta celebración popular, en la que personas disfrazadas de Reyes Magos desfilan por las calles en carrozas decoradas repartiendo dulces a los niños, conmemora la llegada de los tres reyes magos que vinieron a ofrecer regalos al niño Jesús. El 5 de enero, la celebración incluyó por primera vez la lectura de pasajes del Corán junto a los textos del Evangelio.
Esta decisión, anunciada en la cuenta de Instagram de la parroquia, se inscribe en un proceso inclusivo llevado a cabo durante los dos últimos años, teniendo en cuenta “la religión de los diferentes reyes y pajes”. La iglesia local justificó su elección citando el deseo de crear “un momento de unidad” preservando la tradición del belén.
La iniciativa provocó fuertes reacciones, sobre todo por parte de sectores ultraconservadores, que la vieron como una “perversión” de costumbres ancestrales. Algunos han criticado especialmente el hecho de que este enfoque provenga de una institución religiosa católica. La parroquia, que forma parte de la diócesis de Urgell, mantuvo su posición, argumentando que esta celebración ecuménica permitiría hacer llegar “un mensaje de paz” compartido por las diferentes confesiones.
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