Con el lema "Con María, ensanchemos el espacio de nuestra carpa", delegados de los santuarios de la región se reunieron por primera vez para compartir las experiencias del servicio que brindan.
Con el lema "Con María, ensanchemos el espacio de nuestra carpa", los santuarios de la Región Noroeste del país se reunieron por primera vez para compartir el servicio que brindan; tratar el ministerio de la acogida y de la escucha; y buscar caminos comunes que ayuden a ser un signo de comunión y a fortalecer la misión.
El encuentro se llevó a cabo del jueves 15 al sábado 17 de junio en la casa de retiros espirituales Caná, de la diócesis de Concepción (Tucumán).
Participaron referentes de 18 santuarios del NOA acompañados de varios obispos de la región, entre ellos monseñor Mario Cargnello, arzobispo de Salta y delegado episcopal del NOA; monseñor José Díaz, obispo de Concepción; monseñor Roberto Ferrari, obispo auxiliar de la arquidiócesis de Tucumán; monseñor José María Rossi OP, obispo emérito de Concepción, y varios sacerdotes encargados de los santuarios.
El espacio de formación contó con la colaboración del Centro de Catequesis Santa María, que coordinó el taller, en el que todos los disertantes reportaron significativos conceptos en la relación estrecha que hay entre la religiosidad popular y la conformación de santuarios en distintos puntos de las diez diócesis del Noroeste Argentino.
“Fueron días de gracia que nos regaló el Señor por intercesión de la Virgen”, manifestó el padre Gustavo Flores, rector del santuario de la Virgen del Valle, resaltando que “este encuentro es fruto del trabajo de muchas personas de distintos santuarios”.
“Esperamos muchos frutos para nuestros santuarios, en especial que nos impulse a seguir este camino de comunión y de ser esa voz que necesita nuestra Patria para seguir creciendo y que no se apague la luz de la fe, esperanza y caridad”, manifestó.
“Para entender la piedad popular hay que adentrarse en la experiencia, por eso celebro que este primer encuentro se concrete”, expresó por su parte monseñor Díaz, destacando que “en cada región hay connotaciones muy particulares que estaría muy bueno que las podamos identificar”.
Sobre la historia de la religiosidad popular, recordó que “viene de la mano de la conquista. Los misioneros de América Latina sembraron la fe y comenzó a crecer”.
Por su parte, monseñor Cargnello dijo sentirse "contento de poder estar en Concepción en un acontecimiento que marca el comienzo de un camino”. Al referirse a los santuarios, que están marcados por la devoción a la Virgen, desde su origen en el Valle de Catamarca, consideró que es lo que "se llama la geografía de la fe”.
“Entonces es justo que al unirnos podamos elevar nuestra voz con solidez, con un apoyo mutuo, con caridad y decirle a nuestro país esa palabra que tenemos que decir", indicó. A su vez, agradeció “la feliz iniciativa del padre Gustavo Flores y la generosidad de monseñor Díaz, que ha querido abrir esta Casa de Caná, acá en el sur tucumano, para que todo el NOA se sienta en su casa".
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