En la Plaza de San Pedro, por octava noche consecutiva, el rezo del Rosario por la salud de Francisco.
«Destengámonos en oración con María Madre de la Iglesia por la salud del Santo Padre Francisco». Es la invitación con la que el cardenal Robert Prevost, prefecto del Dicasterio para los Obispos, introdujo esta noche, 3 de marzo, en la Plaza de San Pedro, el Rosario por el Papa, hospitalizado en el Hospital Gemelli desde el 14 de febrero. En la octava cita consecutiva de oración por la salud del Pontífice organizada por el Vicariato de la Ciudad del Vaticano, el cardenal subrayó que la Virgen, «Madre de la Santa Esperanza, asiste, restaura y consuela a cuantos recurren a su ayuda», deseando que sea también «signo de consuelo, de segura esperanza».
Ante la imagen de «María Madre de la Iglesia» colocada en la explanada de la basílica vaticana, el prefecto del Dicasterio para los Obispos guió la oración mariana en presencia de cardenales, prelados, sacerdotes, religiosos y religiosas de la Curia romana y de la diócesis de Roma y de centenares de fieles que a las 21 horas de cada día desde el 24 de febrero se han reunido en el abrazo del hemiciclo de Bernini para confiar la recuperación de Francisco a la intercesión de la Virgen.
Tras la meditación de los misterios gozosos y el rezo del «Salve Regina», y después de las letanías lauretanas, el cardenal Prevost invocó a Dios para que envíe su Espíritu «para ayudarnos en nuestra debilidad, a fin de que, perseverando en la fe, crezcamos en el amor y caminemos juntos hacia la meta de la bienaventurada esperanza». Por último, la asamblea entonó el «Oremus pro Pontifice nostro», y fue despedida por el cardenal con una bendición.
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