El presidente de la AMIA, Leonardo Jmelnitzky,(foto) interrumpió su licencia por razones de salud y reasumió el cargo tras la decisión judicial de suspender las elecciones que llevarían a elegir a su sucesor. Lo hizo en el Tercer Seder de Avodá Argentina.
En tanto, la Comisión Directiva de la entidad fijó una nueva fecha para realizar los comicios, el 26 de junio, pese a la resolución de la jueza María Isabel Di Filippo y a que su propio Estatuto establece que los mismos deben realizarse un domingo de abril, lo cual conllevaría a postergarlas por un año.
En ese sentido, los denunciantes que lograron la medida cautelar, hoy apelada, aseguran que ello contraría lo dispuesto por la magistrada y que no podrá llevarse a cabo.
En ese contexto comunitario, ayer, martes, en un hotel céntrico porteño, se llevó a cabo el 77° Tercer Séder de Pésaj que anualmente organiza Avodá Argentina, integrante de la coalición gobernante y con la total ausencia de representantes de AMIA es de Todos y Plural JAI.
Ante la ausencia del líder del movimiento anfitrión y secretario general de la AMIA, Mario Sobol, quien se encuentra en el exterior, su vice, Sergio Borisonik, advirtió que “los actos viscerales sin consciencia comunitaria pueden traer aparejada la destrucción”, en referencia a quienes recurrieron a la Justicia por temas internos y también a quienes dirigen la entidad sin permitir el debate, todo lo cual podría terminar en la intervención de la mutual.
“No les hagamos el juego a los tontos”, recomendó sin especificar a quiénes aludía.
Por su parte, Jmelnitzky se refirió a la festividad de Pésaj, que recuerda la liberación de los Hijos de Israel de Egipto, que en hebreo se dice “Mitzraim”, palabra que proviene de “métzer”, estrecho y se identifica con el cuello, que es la parte más angosta de la comunicación entre la cabeza y el corazón.
En esa línea, contó que el Midrash (enseñanzas rabínicas antiguas) identifica esa zona como aquella en la cual “moran los tres ministros de Paró”, nombre hebreo del faraón, y “es algo muy sugestivo en estos momentos porque había un ministro que sabía de derecho público internacional tanto como otro sabe de tratamientos de efluentes”, en alusiones tan veladas como obvias a la realidad política de los últimos tiempos. Y luego, el presidente de la AMIA recordó a “los soldados o siervos de Paró que se mezclaron con el pueblo judío para sacar rédito personal” y alertó: “cada vez encontramos más gente que quiere usar a la comunidad para proyectarse personalmente”.
Entre los oradores también estuvo Alberto Hammerschlag, vicepresidente 2° de la DAIA, quien leyó el mensaje de Ariel Cohen Sabban, titular de la misma y ex tesorero de la AMIA, pese a que éste se encontraba presente.
También hubo directivos de otras instituciones comunitarias, como la OSA, FACCMA, FEDECC (Movimiento Conservador) y el Museo del Holocausto.
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