Como presidente de la Sociedad Unión Israelita de Tucumán, hoy quiero
manifestarme absolutamente a título personal:
Creo que la comunidad judía toda esta consternada ante el desalojo y atropellamiento de Radio Jai por parte de la AMIA.-
Me duele y me avergüenza, con absoluta vergüenza ajena, que la AMIA, quien se adjudica falsamente la representación de la Comunidad Judía de la Argentina, haya expulsado a Radio Jai.
Esto es acallar una difusión genuina y auténticamente judía, siemprea favor del estado de Israel y revalorizando la cultura, la historia,la religión, la tradición y todo lo inherente al judaísmo para cambiarla por una miserable inversión inmobiliaria. Se trata que de trocar cada una de las palabras emitidas por la radio, por un ladrillo y un poco se cemento,llevando a la pobreza, la riqueza que tienen las ideas judaicas en todo su sentido.-
Esto es una total falta de criterio, de ética y de moral. No dudo que dentro de AMIA deben existir personas que no están de acuerdo con esta decisión, pero lamentable y tristemente lo que pasa es que, lo que la conciencia les demanda no es lo que la disciplina les impone y entonces en forma rígida los lleva a realizar estos atroces e inconscientes hechos.-
Estos hechos impulsan a que broten espontáneamente de los 4 puntos
cardinales, a lo largo y ancho de todo país, un grito de solidaridad y apoyo.-
Desde la distancia y por los ideales de empatía que me unen y me
unieron siempre, vaya desde aquí, mi patria chica Tucumán, un abrazo de valor y no resignación.
Sé que lo mío puede ser tan solo un granito de arena, pero que este sirva para retomar el camino iniciado hace 20 años y que se retome se retome con mas fuerza.
Estos actos de terrorismo, que en 12 horas lograron desbaratar
físicamente a Radio Jai, de ninguna manera podrán mellar el ideal que la trajo hasta nuestros días.-
Sepan con absoluta seguridad, que las frases de soledad, tristeza o desazón, que puedan embargar estos momentos terminarán en una luz de brindis y festejos, porque con esperanza, fuerza, valentía y sin darse por vencido los logros llegarán.-
Estos cachetazos recibidos no quedarán impune, alguien los pagará,
aunque mas no sea con la conciencia.
Dr. Simón Litvak, presidente de la Kehila de Tucumán
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