El ex presidente de la AMIA Guillermo Borger [foto] aseguró el viernes, en diálogo con la Agencia AJN, que la muy desafortunada frase de Raúl Eugenio Zaffaroni “si [el fallecido titular de la Unidad Fiscal de Investigación del Atentado a esa entidad, Alberto] Nisman estuviera vivo, lo ahorco porque me hizo leer varias veces” la denuncia contra la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner por tratar de encubrir a los iraníes imputados como autores ideológicos de ese ataque terrorista es un “absoluto exabrupto, fuera de lugar y con falta de decoro” que “vuelve a matar al fiscal”.
La sensación al oírla fue quedar “totalmente perplejo -no podía creer lo que estaba escuchando-, y por otro lado, pena porque semejante expresión de un [ex] miembro de la Corte Suprema, de que ahorcaría, aunque fuese de manera alegórica, a un fiscal nacional trágicamente fallecido -sin haberse esclarecido su violenta muerte tras dos años- porque hizo un inmenso trabajo de nada menos que trescientas fojas, como él mismo dijo, contra las máximas personalidades del Poder Ejecutivo [de esa época] es una falta de respeto a la víctima y a sus pequeñas hijas, y una cachetada y una afrenta a quien confía en la Justicia, como dijimos en cada discurso que tuvimos oportunidad de pronunciar en cuanto al peor atentado que sufriera la Argentina”, subrayó.
“A este tipo de personajes debemos desligarlo de la Justicia argentina y ponerlo absolutamente a un costado y que no integre tribunal internacional alguno”, reclamó el ex líder comunitario en referencia a la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
“Para nosotros, el fiscal Nisman, que estudió profundamente esta causa y tenía las pruebas, es la víctima 86 del atentado”, sentenció.
“Durante los largos cinco años que me tocó presidir la AMIA tuve la oportunidad de dialogar día a día con él, y más allá de su vida particular, que a nadie le interesa, era un investigador apasionado por esclarecerlo” que “literalmente se mató por una causa a cuyo cargo lo puso el Gobierno” de Néstor Kirchner, cuya viuda lo denostó después de haberla denunciado, recordó Borger.
También el canciller Héctor Timerman, el diputado Andrés Larroque, el polémico dirigente kirchnerista Luis D’Elía, el presunto representante del gobierno iraní Jorge Alejandro “Yussuf” Khalil, el ex fiscal y juez Héctor Yrimia, el supuesto espía Ramón “Allan” Bogado y el líder de la organización extremista Quebracho, Fernando Esteche, fueron acusados de encubrimiento por favorecimiento personal agravado e impedimento o estorbo del acto funcional a través del inconstitucional Memorándum de Entendimiento con Irán, y los dos primeros y la ex mandataria, además, de incumplimiento de los deberes de funcionario público.
“No se puede cajonear y despechar semejante causa, al menos hay que estudiarla y verificar su veracidad, y si los denunciados son inocentes, que lo comprueben ante la Justicia argentina para quedar absolutamente libres [de culpa y cargo], justamente de la misma manera que la [entonces] Presidenta de la Nación invitaba a Irán a demostrar su no responsabilidad en el atentado”, comparó el ex presidente de la AMIA.
Por lo pronto, el titular del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal Nº 4, Ariel Lijo, resolvió, el miércoles, abrir y delegar la instrucción en el responsable de la Fiscalía Federal Nº 11, Gerardo Pollicita, quien había requerido medio centenar de medidas de prueba cuando el expediente estuvo a cargo del juez Daniel Rafecas, apartado a fines del año pasado.
Precisamente Borger es un protagonista central de otra causa relevante contra Fernández de Kirchner y Timerman, por presunto encubrimiento y traición a la patria en forma paralela a la investigación del atentado, que tramita en Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal Nº 11.
“El juez [Claudio] Bonadio requirió mi testimonio y ratifiqué que esa llamada del canciller es absolutamente cierta: llegó a mi oficina en la Presidencia de la AMIA y la lamentable expresión que se escucha en ese audio creo que habla por sí sola”, destacó en referencia a una comunicación telefónica en la cual el ex ministro justificaba su negociación con Irán en virtud de que era el responsable del ataque terrorista.
Respecto del esclarecimiento de todas las causas vinculadas con el atentado “entiendo que el panorama no es fácil, pero seguimos confiando absolutamente en la Justicia argentina, con expectativas positivas, y ojalá se siga para adelante”, finalizó el ex líder comunitario.
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