El municipio decretó la cancelación del peregrinaje a caballo y prohibió la tracción a sangre con el argumento del cuidado animal y los cambios en los caminos. En su lugar se hará un desfile este domingo. Malestar de sectores tradicionalistas.
El intendente de Luján, Leonardo Boto, junto con organizaciones proteccionistas y círculos criollos anunciaron que se dará por finalizada la peregrinación gaucha que se realiza en la localidad por el Día de la Virgen patrona del país.
La tradición no desaparecerá pero a partir de este año tendrá un leve cambio: se hará un desfile a caballo el domingo 26 de septiembre y solo podrán participar los centros tradicionalistas para cuidar la vida tanto de los animales como de los jinetes.
Asimismo, se avisó que se va a prohibir la tracción a sangre en todo el partido de Luján.
Los equinos podrán ingresan en trailers o camiones que tengan los papeles correspondientes y solamente para los desfiles.
“Hace muchos años, junto con otras asociaciones protectoras, venimos luchando contra esta barbarie que se llevó muchas vidas de caballos”, expresaron desde el Centro de Rescate y Rehabilitación Equino (CRRE). “De este nuevo modo evitaremos el maltrato, la exigencia por la que la pasaban los caballos, las muertes, el amontonamiento humano”, agregaron.
Por parte del municipio, aseguraron que “los cambios de paradigma hicieron que la peregrinación se haga cada vez más peligrosa”. “Venían por la Ruta 34 cuando era tierra y ahora es una ruta asfaltada por la que pasan decenas de camiones por hora, eso nos hizo replantearnos las cosas”, señalaron.
“Ahora buscamos generar un evento cultural turístico que sostenga la fuerza y la impronta de fe que tenía, sosteniendo algo que para nosotros es lo más importante, la peregrinación hacia la Virgen”, manifestaron.
La medida provocó un amplio rechazo en los centros tradicionalistas que señalan que el municipio “no respetó un acto de manifestación de fe hacia la Virgen y que rompe con una tradición que viene desde hace más de 75 años”. Si bien saben que para este año es difícil dar vuelta la decisión, porque los tiempos para revertirla son muy acotados, no van a bajar los brazos.
“No nos pueden coartar la libertad de culto. Hemos tenido reuniones previas con funcionarios municipales pero el intendente nunca participó. Les explicamos cómo se podían solucionar las cuestiones de seguridad y sanidad que ellos planteaban. Sin embargo, no nos escucharon y sin consultarnos sacaron la resolución”, indicó.
Reconoció que en las últimas ediciones se sumó gente “que no era del palo” que iba en sus carros, con animales en muy malas condiciones. “Es ahí donde deben actuar y trabajar las entidades públicas. Hablan de falta de seguridad y de bienestar animal pero con esto demuestran su incapacidad para hacerse cargo del tema y van por la más fácil que es prohibir nuestra peregrinación. La marcha no se debe parar, solo deben realizar controles pertinentes para que no haya maltrato animal”, señaló.
Según remarcó Asín, hubo organizaciones proteccionistas de animales que dieron una visión tergiversada e influyeron en la decisión del intendente. “No tienen el mínimo conocimiento de cómo tratamos a los caballos, lo que significa el animal para nosotros. El gaucho argentino ama su caballo. Los peregrinos somos gente de a caballo, que empezamos a prepararnos mucho tiempo antes para este evento, preparando nuestras mejores pilchas”, contó.
Indicó que en la última marcha de 2019 hubo más de 3000 caballos. “Nos duele mucho y nos golpea fuerte, porque no saben de la importancia y el sentido que tiene la peregrinación para nosotros. Después de dos años por la pandemia, era un desahogo y un alivio volver a ver a la Virgen. Es una tradición que viene de nuestros abuelos”, señaló.
Por último, Asín dijo que pedirán una audiencia con el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, y con el arzobispo metropolitano de Mercedes-Luján, Jorge Scheinig, para lograr que se revierta la medida municipal para las próximas ediciones. “Vamos a buscarle la comba al palo y darle una solución a este tema que nos tiene muy mal”, finalizó.
Los orígenes de la peregrinación gaucha a Luján
La peregrinación gaucha a Luján se realizó por primera vez el 7 de octubre de 1945, contando con la participación de los círculos tradicionales Martín Fierro y El Rodeo.
Con los años, esta tradición se fue propagando a zonas más lejanas y convirtiéndose en una muestra de fe nacional. Eso llevó a que muchos caballos muriesen en el camino y otros llegasen a Luján en un estado paupérrimo. El crecimiento de los movimientos en defensa de los animales hizo que la peregrinación a caballo fuese cada vez más criticada.
En 2017, la Iglesia pidió por primera vez que los fieles desistieran de la peregrinación a caballo. “Deseo convocar a todos para que no dejen de visitar a la Virgen Gaucha y es bueno que lo hagamos juntos con tantos hermanos del campo que veneran a nuestra patrona. Pero les pido que traten de venir con otros medios para no perjudicar a los animales”, escribió en ese entonces el arzobispo de Luján, Agustín Radrizzani, fallecido en 2020.
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