"La solidaridad y la acción inmediata son esenciales para asegurar que todos tengan acceso a una alimentación digna y saludable", expresó la Mesa de Diálogo por la Dignidad en las Periferias.
Representantes de los distintos sectores que integran la Mesa de Diálogo por la Dignidad de las Periferias mantuvieron el martes 18 de junio una reunión en la parroquia Santa Rita, en el marco de la muestra itinerante que allí se lleva adelante en conmemoración de los 50 años del asesinato del sacerdote Carlos Mugica.
Dicho espacio de encuentro convoca desde el obispado de Mar del Plata a referentes de distintos ámbitos: movimientos sociales, entidades del tercer sector, universidades, confesiones religiosas, y sectores productivos, entre otros.
Durante el encuentro compartieron distintas miradas sobre "la difícil realidad social que atraviesan los barrios populares", centrando su preocupación sobre la cuestión alimentaria.
"La crisis social que atraviesan los barrios populares de Mar del Plata y Batán es una realidad alarmante que exige una intervención inmediata y coordinada del Estado en sus diferentes niveles: municipal, provincial y nacional", evaluaron en un comunicado.
"La falta de alimentos se ha convertido en una problemática cotidiana que afecta de manera directa a muchas familias que luchan por sobrevivir en un contexto de vulnerabilidad extrema", destacaron.
En el comunicado también expresaron que "es urgente la necesidad de brindar apoyo a los comedores comunitarios, espacios fundamentales para garantizar la alimentación de muchas personas en situación de extrema vulnerabilidad" y "proveer recursos adecuados a estos comedores no solo contribuye a mitigar el hambre, sino que también fortalece la cohesión social y promueve la dignidad de quienes más lo necesitan".
"La solidaridad y la acción inmediata son esenciales para asegurar que todos tengan acceso a una alimentación digna y saludable", sostuvieron.
Asimismo, advirtieron: "En estos barrios, la escasez de recursos básicos como la comida no solo refleja la pobreza, sino también una carencia de políticas públicas efectivas que aborden las necesidades esenciales de la población, ya que la malnutrición y la inseguridad alimentaria son síntomas de una crisis más profunda, que incluye el desempleo, la precariedad laboral y la dificultad en el acceso a servicios básicos como la salud y la educación".
"La crisis social en los barrios populares es un problema complejo que requiere una respuesta integral, coordinada y urgente. El hambre y la falta de acceso a derechos básicos no puede esperar. Con compromiso y unidad de todos los sectores, estamos convencidos de que una realidad más justa y digna para los más vulnerables, será posible", concluyeron.
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