Este sábado se realizará una nueva edición de la tradicional caminata, que se realiza desde Liniers.
La peregrinación a Luján es una fuente de fe, donde se nutren los promesantes. Se esperan miles y miles de personas. Después de la pandemia, a pesar de todas las campañas que se hicieron en contra de la Iglesia, se contabilizó la mayor cantidad de peregrinos, en la historia, que concurrieron a los santuarios.
Para citar sólo un ejemplo, la fuerza del espíritu alcanzó picos máximos en la última celebración de San Nicolás. En estos 60 kilómetros de fe hay una hermandad manifiesta entre los caminantes. Se palpa la cultura del encuentro. Se unen todas las clases sociales bajo un mismo lema. Son lo más democrático que hay.
Todos caminan y rezan juntos; en las peregrinaciones se respeta uno a otro y entre todos se ayudan a llegar a la meta. El dolor y el cansancio compartido los hacen solidarios y comprometidos con el andar común. A medida que se vive la experiencia de ir aproximándose al santuario todo se armoniza. Se siente la Paz del Espíritu Santo, el gran hacedor en las almas, que construye en la diversidad.
Allí se toma conciencia de cuánto significa la Virgen para la Argentina en un pueblo atravesado por la piedad popular. Ante la mirada tierna de María, hay una necesidad superior de unirse como pueblo.
Hay que aprender de los peregrinos, que son inspiradores para seguir construyendo el bien común. Es una invitación a la unión de la Patria. Hay que tener corazón de peregrinos, humildes, serviciales, como parte de nuestro pueblo, nunca por encima de él.
En esta peregrinación, en su lema: “Madre míranos con ternura, queremos unirnos como pueblo”, está el secreto.
El sol y las campanas
El sonido de las campanas, con su tañido ceremonial, es la música de la procesión. La basílica tiene 15, cada una porta un nombre y lema. Expresan distintas notas y tienen diferente peso. La más pequeña pesa 55 kilos, se llama “La Bemol de San José, ruega por nosotros”.
Coincide con que identifica al santo que es la devoción de Francisco. La más grande, “La Bemol Jesús Salvador, de las fuentes de Jesús sacarás agua con alegría”, tiene un porte de 3.400 kilos y en total suman 12.489 kilos. Que sea para bien, y se cumpla la frase con la cual en 2012 Bergoglio cerró su homilía, con un pedido para la Virgen de Luján: “Argentina, levántate y camina”.
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