Por Fabiana Juarez

Ayer arrancó el Mundial Sub-20 de fútbol y el clima mundialista también se impuso en la Peregrinación de Familias a Fátima, en la que participaron unas 1.500 personas que hasta interpretaron los tradicionales cánticos de cancha, pero con letras adaptadas para alentar a las distintas parroquias. La caminata partió desde la Catedral para llegar hasta la Parroquia de Fátima, en Rawson, donde los peregrinos compartieron la celebración de la misa.

Desde el mediodía, la plaza 25 de Mayo se convirtió en una especie de cancha con hinchadas muy bulliciosas que hicieron sentir el aliento por las parroquias a las que representaban. Y no sólo lo hicieron con cánticos futboleros, sino también con los bombos, redoblantes y vuvuzelas que llevaron para hacerse oír.

La previa de la peregrinación duró dos horas, pero nadie se quejó por la espera. Los jóvenes y niños que asistieron temprano aprovecharon ese tiempo para producirse y para poner a punto los elementos que llevaron para identificarse. Los chicos de la Parroquia Santa Teresita del Niño Jesús terminaron de armar la muñeca gigante de Santa Teresita que los iba a acompañar durante todo el trayecto. Mientras que los representantes de la Parroquia Cristo Rey, de Caucete, especialmente los más chicos, terminaron de decorar con cintas los tambores que fabricaron con los tachos de cartón de dulce de leche. Fueron el grupo más numeroso, con unos 40 integrantes, cada uno con su instrumento de percusión que no pararon de tocar en ningún momento.

Otros recurrieron a las vuvuzelas para alentar a su grupo, también a los silbatos y bombos de gran tamaño, creando un clima mundialista donde hubo hasta batalla de hinchadas.

Cada vez que la locutora nombró un departamento, los chicos de cada uno gritó, saltó e hizo sonar su orquesta. Pero los más entusiastas fueron los de la Parroquia Cristo Rey y los de Nuestra Señora de Andacollo, de Chimbas. Alentaron con tanto fervor a sus parroquias que tuvieron que ir a un desempate final, en el que la victoria se la adjudicaron los chimberos.

El bullicio estalló cuando arribó la camioneta que traía la imagen de Nuestra Señora de Fátima que encabezaría la peregrinación. Todos se acercaron a la movilidad para tomarle fotos.

Arrancó la caminata y la multitud colmó la calle Mendoza con su alegría, condición que se mantuvo hasta llegar a destino.