La esperanza de los obispos fue puesta de manifiesto con un mensaje de Mons. Igino Kim Hee-joong, arzobispo de Gwangju y Presidente de la Conferencia Episcopal coreana, tras el encuentro del domingo 30 entre el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump y el líder norcoreano, Kim Jong-Un
“Que el año 2020, que marca el 70º aniversario del estallido de la Guerra de Corea, pueda convertirse en el comienzo de una nueva era de paz y unidad, superando la tragedia de la división nacional con una declaración de fin de la Guerra de Corea y un tratado de paz en la península de Corea”:esto es lo que esperama, en un mensaje, Mons. Igino Kim Hee-joong, Arzobispo de Gwangju y Presidente de la Conferencia Episcopal de Corea, después del encuentro n entre el Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y el líder norcoreano Kim Jong-un.
Encuentro del domingo 30, piedra angular para la paz
El encuentro se celebró el domingo 30 de junio en Panmunjeom, una ciudad - subraya Mons. Hee-jong - que es “símbolo de la división de la península coreana”. El evento, añade el prelado, representa “una piedra angular histórica para la paz en la península coreana, en el noreste asiático y en el mundo”. Mons. Hee-joong recordó también que el pasado 25 de junio, con ocasión del 69º aniversario de la “Guerra Fratricida de Corea”, la Iglesia Católica celebró la “Jornada de oración por la reconciliación y la unidad del pueblo coreano”, sobre el tema “Bienaventurados los que trabajan por la paz”. Para la ocasión, se celebró una “Misa por la Paz” en Imjingak, un pueblo situado en la Zona Desmilitarizada (DMZ) en la frontera con Corea del Norte.
Se siga promoviendo el diálogo y encuentros de intercambio
“La Iglesia católica en Corea pide que se siga promoviendo el diálogo y los encuentros de intercambio y pide también a la comunidad internacional apoyo y aliento”, escribe el presidente de los obispos, con la esperanza de que las cumbres entre Corea del Sur, Estados Unidos y Corea del Norte puedan traer “buenas noticias para reducir la ansiedad y, al mismo tiempo, aumentar la esperanza”. “A pesar de todas las dificultades que ha encontrado el camino hacia una paz duradera en la península coreana”, concluyó el arzobispo, “el día de la reconciliación y la unidad de los coreanos llegará pronto”.
El Papa: un paso más en el camino de la paz
Hay que recordar que el domingo 30 de junio, en el Ángelus, el Papa Francisco también expresó sus esperanzas por el encuentro de Trumpy Jong-Un: “En las últimas horas - dijo el Pontífice - hemos sido testigos de un buen ejemplo de la cultura del encuentro en Corea. Saludo a los protagonistas, con la oración de que este gesto significativo constituya un paso más en el camino de la paz, no sólo en esa península sino a favor de todo el mundo”.
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