Proyecto de ley para despenalizar el aborto comenzó a ser discutido en el Senado esta semana.
Un nutrido número de pastores referentes evangélicos de las 24 provincias de la República Argentina se reunieron esta semana en las instalaciones del auditorio de la iglesia Visión de Futuro, en la ciudad de Buenos Aires. Los líderes cristianos emitieron una declaración por unanimidad que fue suscrita por todos los presentes.
Luego de una ajustada aprobación en la Cámara de Diputados, el proyecto de ley para la legalización del aborto llegó el martes al Senado de Argentina, donde se llevarán a cabo una serie de debates para definir si tiene o no futuro para convertirse en ley.
Los pastores en su declaración afirman que “el aborto es la consecuencia de una conducta irresponsable en el uso y práctica de la sexualidad que desprecia la vida del recién concebido y vulnera el primer derecho humano a respetar, el derecho a nacer.”
Hasta el próximo 1 de agosto, los senadores argentinos debatirán el articulado del proyecto de ley sobre la interrupción voluntaria del embarazo.
El documento firmado por los referentes evangélicos asegura que “la práctica de abortos clandestinos, más allá de cuantos sean, es en sí misma un problema humanitario y de la sociedad actual, cuyas secuelas son profundas y difíciles de sobrellevar”. Los líderes entienden que la salud pública debe encontrar propuestas que cuiden y protejan a la madre y el niño por nacer, defendiendo la vida de ambos.
El debate en Argentina sobre este tema sigue siendo muy polémico, y se intensificó mucho más con las declaraciones de la vicepresidenta de ese país, Gabriela Michetti, quien expresó en una entrevista al diario La Nación su postura negativa sobre la despenalización del aborto.
“No permitiría el aborto ni en los casos de violación”, dijo Michetti a La Nación el 1 de julio. “Lo podés dar en adopción, ver qué te pasa en el embarazo, trabajar con un psicólogo, no sé”.
La posición de los pastores sobre cuándo comienza la vida se apoya en fundamentos científicos, racionales y éticos, “siendo el valor supremo de la vida, desde la concepción, hasta su muerte natural y que no puede haber Persona humana si no hay vida humana”.
Para que la ley sea aprobada en el Senado, se necesita los votos de la mayoría de los presentes. Como representantes de los gobiernos provinciales, los senadores llevan la idiosincrasia de sus pueblos de origen. El norte de Argentina es tradicionalmente más conservador.
“Entendemos que no es acertado apoyar una ley que conduce a la despenalización del aborto”, sostuvieron los pastores, “dado que dicha posición iría en contra de la vida humana y de lo afirmado en nuestra Constitución Nacional, Tratados Internacionales, Código Civil y Comercial, etc.”
Los líderes de las iglesias evangélicas aseguran que no callarán en la firme convicción de cuidar y defender las dos vidas y que llevarán en adelante en unidad todos los esfuerzos que estén a su alcance para evitar que en el país “se legisle el derramamiento de sangre inocente”.
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