Mons. Gabriel Mestre recibió esta mañana un emocionado homenaje y despedida por parte del Honorable Concejo Deliberante de General Pueyrredón con la lectura de un documento aprobado por todas las fuerzas políticas de la ciudad.
En emocionado reconocimiento recibió Mons. Gabriel Mestre en el recinto del HCD con palabras de agradecimiento por parte de todas las fuerzas políticas de la ciudad. Momento de alegría y muchos testimonios de agradecimiento fueron expresados por ediles de fuerzas políticas diversas en total unidad y consenso por el homenaje y despedida a quien fuera designado Arzobispo de La Plata por el Papa Francisco.
El recinto estaba totalmente colmado por los ediles de las distintas bancada. En el centro del recinto se ubicó Mons. Mestre junto a su padre y su hermana. Luego lo siguieron autoridades de distintas instituciones religiosas, gremiales, económicas y sociales, autoridades educativas y militares.
La presidente del HCD, Marina Sánchez Herrero solicito la lectura de un documento conjunto de todas las fuerzas políticas de la ciudad en que se expresa textualmente:
“Hoy este honorable cuerpo quiere destacar, distinguir y reconocer a nuestro Obispo Gabriel Mestre; a quien el 28 de julio del pasado mes; el Papa Francisco lo designó arzobispo de la arquidiócesis de La Plata.
Hace seis años, el 26 de agosto de 2017, monseñor Gabriel Mestre se convertía en protagonista de una ordenación episcopal histórica para la diócesis local al asumir como el representante más joven de la Iglesia en la región, siendo el séptimo obispo de la historia de la diócesis y el primero que es marplatense.
Cursó sus estudios primarios en la Escuela N° 61 y los secundarios en el Colegio Industrial ENET 1. Después inició la licenciatura en Servicio Social, que interrumpió para seguir su vocación sacerdotal. Fue ordenado sacerdote el 16 de mayo de 1997 por la imposición de manos de monseñor José María Arancedo, entonces obispo de Mar del Plata.
Sinónimo de cercanía, desde el primer día de su ordenación se comprometió a ser “padre, hermano y amigo”. Palabras llenas de vida, palabras que reclaman un equilibrio saludable de cercanía y autoridad, servicio y presidencia, amor y firmeza que necesitan de todos y que él ha sabido llevar con tanta humildad.
Algunos sabrán que los obispos al asumir deben elegir un lema y Gabriel eligió una frase de la biblia que dice “Cristo es nuestra paz”. Lo hemos escuchado decir, en más de una oportunidad, que “si bien esta frase tiene un sentido espiritual y teológico para los que tenemos fe, también tiene una mirada positivamente secular referido al valor de la paz; valor esencial e importante y que hay que construirlo día a día desde el lugar en el que estemos”.
Gran anfitrión a la reflexión, famoso por los “tres puntitos” de sus homilías, “como una chispa que dispara la palabra para la acción comprometida”, a lo largo de estos años en Mar del Plata, Gabriel ha priorizado el diálogo con todas las comunidades y la sociedad civil. Muestra de una Iglesia misericordiosa y comprometida. Una Iglesia siempre cercana, que se involucra y sale al encuentro. Testigo de ello son los vecinos de esta ciudad, en el recuerdo vivo de un mate compartido.
Sumado a lo anterior, cabe destacar su tarea política -no de carácter partidario-, sino desde la perspectiva y el compromiso. Pasos enmarcados, posicionando temas, situaciones y problemáticas siempre en un clima de paz, en el marco de una cultura del encuentro y de la amistad social, palabras que el Papa expresa en diversos lugares y que Gabriel ha sabido conjugar invitando a que cada uno desde su lugar sea constructor de la paz social.
Por todo lo expresado, por su acción social, su proyección pastoral, y su compromiso personal; este honorable cuerpo expresa su reconocimiento, su agradecimiento y desea que esta nueva misión que el papa le encomienda sea vivida con estos dones que lo caracterizan; con alegría, en clave de fraternidad, encuentro y justicia social” finaliza el documento firmados por todos los ediles.
Adhesiones
SE leyeron a las adhesiones del Intendente Guillermo Montenegro, de la titular ANSES, Fernanda Raverta, del Dip Maxi Abad y los senadores Alejandro Rabinovich y Javier Bordaisco, quienes testimoniaron por escrito su adhesión a este homenaje destacando las virtudes del Mons. Gabriel.
Pidieron la palabra el Cjal Miguel Giglielmoti, y expreso “Mar del Plata te recordará como un hombre preocupado por los pobres y tu continuo gesto de la esperanza creativa. Vemos un hilo entre Pironio y Mestre, ambos en distintos tiempos muy ocupados en la construcción de una o sociedad fundada en la esperanza”.
Luego el Cjal Horacio Taccone dijo «Gabriel siempre propuso una palabra importante y llena de esperanza y solución. Nunca necesito una palabra prepotente para esclarecer una situación, y siempre antepuso su testimonio personal».
A su turno Florencia Ranellucci, dijo «hoy no despedimos a Mestre sino que le estamos haciendo un agradecimiento por su profunda huella de paz y bondad que sembraste en la ciudad».
El cjal Roberto Gandolfi expuso que “Gabriel siempre tuvo una mirada atenta al problema social, pero a la vez una mirada de ternura a cada uno de los que, siguiendo Francisco, luchamos por la tierra, el techo y el trabajo. Gracias y no te olvidaremos. Sos para nosotros un pastor que nos deja su marca”
Matías Maciel recordó el “profundo trabajo del obispo en la pandemia, siempre tendiendo puentes para sostener la esperanza de los mas golpeados por la enfermedad y sus consecuencias sociales.
Vito Amalfitano, dio un emocionado testimonio personal a la vez que reconoció «las virtudes de Mons. Mestre y su trato afable y cariñoso con todas las personas que se acercaban a él”.
Por último, Mercedes Morro, visiblemente emocionada puso de manifiesto el trabajo conjunto por la defensa de vida y otras actividades realizadas con Gabriel.
Discurso de Mestre
Para cerrar la Sesión especial del HCD, Mons. Mestre dijo “En mi humana fragilidad intenté tender puentes respetando las diferencias, siempre valorando a cada persona.
Siempre busque la cultura del diálogo y el encuentro. Agradezco todo lo que destacan de mi gestión, pero es producto de un equipo de trabajo de la diócesis. Sin un equipo comprometido con el magisterio del Papa no podría haber llevado adelante estos 6 años de trabajo apostólico. Este equipo es garantía de continuidad.
Siempre buscamos tender puentes para construir el bien común y especialmente para sostener a los descartados del sistema. Muchas gracias!» finalizó Mestre en medio del aplauso de los presentes.
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