Javier Milei viajó a Jerusalén en febrero, donde lloró frente al Muro de las Lamentaciones, publica tuits en hebreo, y es ahora embajador internacional de la luz. Un acercamiento acelerado al judaísmo, en un país donde vive la comunidad judía más grande de América Latina, con cerca de 250.000 personas.

Milei contó una historia desconocida acerca de una ascendencia judía: "Mi abuelo, a poco tiempo de partir, descubrió que era judío. No lo sabía, pero le dijeron: Si tu mamá era judía, tú eres judío. Él estaba muy apegado a su madre y su abuelo además era rabino". El presidente, educado en un colegio católico de Buenos Aires, habría recibido así desde la infancia "valores del judaísmo" a través de su abuelo.

Para entender mejor algunos conceptos, nos comunicamos con Damián Setton, sociólogo, investigador del Conicet y experto en judaísmo. "Es algo en el orden de lo personal como cualquiera que se pueda sentir atraído por una religión y pretende convertirse. Si él prefiere hacerlo por el lado del judaísmo ortodoxo y cumplir con todo lo requerido, no es una decisión de él, en todo caso será del Tribunal Rabínico para saber si está en condiciones".

Después está la cuestión de cómo esto juega en lo político. "Es lo que estamos viendo ahora con el alineamiento con Israel pero como todo es muy nuevo, entonces todo lo que pueda decir son hipótesis e ideas y hay que ir viendo cómo se va desarrollando. Igualmente, hay todo un lenguaje de tipo cosmológico en las decisiones vinculadas a la geopolítica".

Para Setton "pareciera que el modo de presentar la inserción de la Argentina en el conflicto de Medio Oriente, tiene que ver en un conflicto entre la luz y la oscuridad, ya no estamos hablando de racionalidad política sino tiene un tinte mesiánico".

Milei en el Muro de los Lamentos

En una apreciación personal, el sociólogo opinó sobre el llanto del presidente argentino en el Muro de los Lamentos. "No lo conozco personalmente y por lo que vi, que se emociona, es difícil creer que es actuación, sino habría que darle un Oscar. Claramente él está creyendo en esto, pero el judaísmo no es una religión de la emoción y lo que quiere es que se cumplan los preceptos que los rabinos conocen y transmiten".

Por último, agregó: "Que Milei llore en el Muro de los Lamentos puede ser importante para él pero para el judaísmo no tiene ninguna relevancia".