El Papa Francisco, el jueves 21 de septiembre, recibió en audiencia en la Sala Clementina, en el Vaticano, a unos 200 participantes en el encuentro de Rectores de universidades públicas y privadas de América Latina y el Caribe, promovido por la Red de Universidades para el Cuidado de la Casa Común (Ruc) y la Pontificia Comisión para América Latina los días 20 y 21 de septiembre en el Augustinianum sobre el tema » Organizando la esperanza», con la participación de algunos prefectos y secretarios de Dicasterios de la Santa Sede.
Por P. Johan Pacheco
Reflexionando sobre las diversas cuestiones planteadas por los educadores, entre ellas el cambio climático, las migraciones y la cultura del despilfarro, el Santo Padre les instó a ser creativos en la formación de los jóvenes a partir de las realidades y desafíos actuales.
Los rectores le preguntaron al Papa sobre los temas del medio ambiente, la biodiversidad, y el cambio climático, a lo que respondió señalando la lamentable “cultura del descarte. O una cultura del usa y tira”.
Explicando que esta es “una cultura de usar mal los bines naturales, de no acompañar a la naturaleza a un desarrollo de plenitud y no dejarla vivir. Esta cultura del descarte nos hace daño a todos”.
El uso adecuado de la naturaleza
Y lo describe también desde el punto de vista humano: “Hay una cultura del descarte que se va en todo momento, falta una educación de usar las cosas que sobran, rehacerlas, reponerlas en el orden del uso común de las cosas. Y esta cultura del descarte, también afecta a la naturaleza”.
E insistió en la urgencia de retomar el uso adecuado de la naturaleza: “Hoy día la humanidad está enferma de este desuso, o mal uso de la naturaleza y tiene que retomar otra vez este camino de saber usar la naturaleza bien. Y como se usa la naturaleza, es una palabra que puede parecer extraña, yo diría, diálogo con la naturaleza, diálogo”.
Para ello exhortó a las universidades a crear redes para tomar conciencia: “Y en este punto ustedes usan una palabra muy linda, que es organizar la esperanza”.
“Recuperar y organizar la esperanza –dijo Francisco-, que me gusta esta frase que ustedes me dijeron y no pueden dejarlo de considerarlo a esta ecología integral, a esta dimensión de que los jóvenes de hoy tienen derecho a un cosmos equilibrado, y tienen derecho a esperar y nosotros tenemos que ayudarles a organizar esa esperanza, a tomar decisiones muy serias desde este punto”.
La naturaleza es para todos
También hizo alusión a una “cultura regenerativa”, y la identificó como un fruto “de una crisis económica donde no siempre está al servicio del desarrollo de los más necesitados. Yo diría a veces, o tantas veces, tantas veces, no está al servicio del desarrollo de todos y crea más necesitados. Es una cultura de la expropiación, todos tenemos derecho al uso de la naturaleza bien”, para el bien de todos.
El Pontífice manifestó su preocupación sobre “algunas universidades que son de tipo cientificista abstracto. Que no usan la realidad sino la ciencia, una ciencia abstracta no cierto, y entonces, van caminando sobre teorías economicistas, teorías sociales, todo es teoría, pero nunca aterrizan” en las realidades de los más necesitados.
“En eso tengan cuidado y los descartados, los descastados, son hombres y mujeres, pueblos enteros que dejamos en el camino como basura ¿no? Esto tenemos que tomar conciencia, que la riqueza de la naturaleza, la usamos solamente para pequeños grupos a través de teorías socioeconómicas que no integran la naturaleza, los descartados”.
«Laudate Deum”, título de la próxima Exhortación Apostólica
Francisco invitó a buscar alternativas que ayuden a superar la crisis medioambiental, y puso como ejemplo el uso de paneles solares que proporciona electricidad en el aula Pablo VI y otras zonas del Vaticano.
“Tenemos que ser muy inventivos en estas cosas para proteger la naturaleza” y “los jóvenes que nosotros formamos tienen que salir líderes en este punto, convencidos”, expresó.
El Santo Padre en su reflexión también anunció el nombre de la su próxima Exhortación Apostólica: “Laudate Deum”, que será publicada el día de San Francisco de Asís el 4 de octubre: “un mirar lo que pasó y decir que cosa hay que funcionar”, dijo.
Degradación humana y ambiental
El Santo Padre también denunció el proceso degradación que vive la humanidad: “Hay un proceso de degradación ambiental, podemos decirlo en general. Pero esto es verdad. Barranca abajo. Y degradación de condiciones de vida, degradación de valores que justifiquen esas condiciones de vida, porque van juntos”.
Y explicó que la “inequidad”, también “se hace evidente en la falta de acceso a los bienes básicos y ahí viene todas esas visiones que sociológicamente, de facto, sin mencionarlas se hacen, no cierto, mujeres, pueblos originarios, personas afrodescendientes, personas con capacidades diferentes”.
Una de las formas que lleva delante el degrado y la inequidad, denunció el Papa Francisco es el “extractivismo”:
“Cuando este modelo extractivista va adelante y entra en las personas, yo le extraigo a las personas la dignidad y esto sucede, nunca un modelo extractivista geológico, por decir así, va solo, siempre va acompañado del modelo extractivista humano, se le extrae la dignidad a la persona, son esclavos, dicho con otra palabra. Y eso por favor métanlo en la cabeza de los chicos, formación de valores, que sepan valorar estas situaciones y decir claramente esto se llama esclavitud”.
La política como vocación noble
Ante esta situación invitó a los rectores de las universidades a promover una formación con valores humanista y diálogo fraterno, ayudando a los estudiantes a “entrar en la política” como una “vocación noble”
“No olvidemos que la vocación más noble de la persona humana es la política, la política. Formar a nuestros jóvenes para que sean políticos, en el sentido más amplio de la palabra. No solo para que actúen en un partido político, eso es un grupito, pero que tengan una apertura política y que sepan dialogar con los grupos políticos con madurez, la política no es una enfermedad, a mi juicio es una vocación más noble en una sociedad, porque es la que lleva adelante los procesos de desarrollo”.
Respuesta humana y cristiana a la crisis migratoria
El Pontífice también lamentó la actualidad de la crisis migratoria: “El drama migratorio hoy día en Europa es gravísimo, es gravísimo. Y no se soluciona con una sociedad de socorro mutuo, no, no. Acá hay una cuestión humanística y una cosa de decisión política, hay decisiones que son humanas y cristianas”.
“Les pido que como honra a la humanidad que sufre, en sus universidades se trate este problema, pero con la densidad humana que tiene”, pidió el Papa a los rectores. “Solamente como resumen les digo esto, al migrante hay que recibirlo, acompañarlo, promoverlo e integrarlo. Si no llegamos a integrar al migrante fracasamos”, añadió.
“Todo esto lo quiero decir con los migrantes porque yo lo llevo muy en el corazón el problema de los migrantes”, enfatizó el Pontífice. Indicando además que “es criminal lo que se hace hoy día, acá en Europa, de mandarlos de vuelta, es criminal. Y no quiero usar eufemismos, lo digo la palabra como es”.
Tres lenguajes humanos
Luego de revisar todas estas situaciones, el Papa les recordó que la tarea de las universidades no debe ser solamente “aprender cosas”:
“Ustedes tienen que formar a los chicos y a las chicas en los tres lenguajes humanos, el de la cabeza, el del corazón y el de las manos. De tal manera que aprendan a pensar lo que sienten y lo que hacen, a sentir lo que hacen y lo que piensan, y a hacer lo que sienten y los piensan”.
Finalmente, les agradeció y sintetizó sus palabras en la invitación a las universidades a ser: “creativos ante la realidad y los desafíos, formadores y no solo informadores”.
La Red de Universidades para el Cuidado de la Casa Común
216 rectores de universidades públicas y privadas de toda América Latina y el Caribe participaron en el encuentro con el Papa. El evento fue el resultado de una propuesta que la RUC (Red de Universidades por el Cuidado de la Casa Común) presentó a la Pontificia Comisión para América Latina. La Ruc nació hace siete años como una comunidad organizada de universidades para poner en práctica el desafío de la Encíclica Laudato Si’. Los rectores asistieron a la reunión en representación de instituciones educativas confesionales y no confesionales, que acogen a más de 4 millones de estudiantes, sin contar profesores, investigadores y personal administrativo.
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