El encuentro del Papa con los luteranos llamó la atención del pastor argentino y amigo del pontífice Marcelo Figueroa. Su actuar demuestra una “sensibilidad profunda por todos los que se sienten parte de la Iglesia”, expresó.
Tras el viaje del Papa a Suecia para conmemorar los 500 años de la reforma de Lutero, el teólogo protestante argentino Marcelo Figueroa destacó que "el ecumenismo no es uno entre otros temas de la agenda del Papa Francisco" sino que "es un estilo" del pontífice que da lugar a un "ecumenismo de la misericordia".
"El ecumenismo es una sensibilidad profunda por todos los que se sienten parte de la Iglesia, como se percibió con claridad en las palabras y en los gestos del encuentro entre luteranos y católicos en Suecia", destacó Figueroa en una columna publicada el miércoles en el diario oficial del Vaticano, L'Osservatore Romano.
"En este estilo, Bergoglio ha conceptualizado el ecumenismo de diversas formas. Es una invitación a entender que su significado espiritual se mantiene inalterado, también si los contextos de este peregrinaje común piden una comprensión de los tiempos en el uso de su terminología", recalcó Figueroa.
"Si de hecho hace un tiempo se hablaba de ecumenismo de la palabra, de la oración, de la diversidad reconciliada, y, en tiempos más recientes, dramáticamente, del ecumenismo de sangre, ahora se habla de ecumenismo de la misericordia", planteó.
"Francisco insistió en la presentación de ecumenismo como un caminar continuo. En este camino de encuentro, hay calles y avenidas. La calle de la doctrina es compleja pero importante. Los documentos, frutos de acuerdos teológicos y el trabajo constante en este campo de la unidad eclesial son encomiables, teniendo en cuenta que ambas partes se han encontrado con frecuencia con obstáculos, a menudo aparentemente insuperables", recordó Figueroa.
"Pero hay otras vías que, aunque obvio, no son menos teológicas, y que por su contexto se convierten en urgente. Es la teología de la cara de nuestro único Cristo, que se refleja en las caras de los pobres, los marginados, los vulnerables y los excluidos de este mundo", agregó el también biblista argentino al regreso del viaje en el que Francisco recordó además los 50 años de diálogo entre católicos y protestantes.
En ese marco, el también amigo del Pontífice se mostró optimista en el camino por recorrer para católicos y protestantes y planteó que "las calles y avenidas a menudo pueden converger en cualquier ángulo y ser un punto de referencia para el compás del camino ecuménico. Y esa esquina ahora tiene un nombre: el ángulo de la misericordia".
En la celebración por la misa de Todos los Santos que Francisco hizo el martes en Malmö con la comunidad católica sueca, volvió a recordar la necesidad del ecumenismo y afirmó: "Bienaventurados los que trabajan por la unidad de los cristianos".
Fuente: TELAM
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