"Es inconciliable ser un representante pontificio y criticar por las espaldas al papa, tener blogs o incluso unirse a grupos hostiles a él, a la curia y a la Iglesia de Roma".
En su tercer encuentro con más de 100 nuncios -embajadores del Vaticano- de alrededor del mundo y otros diplomáticos de la Santa Sede, el Papa reclamó ayer obediencia y humildad. En un "decálogo" llamó a los representantes pontificios a ser "hombres de Dios", de Iglesia y de oración y a no caer en el lujo, en los chimentos o en "cálculos políticos".
"Un nuncio que no vive la virtud de la obediencia -aun cuando resulta difícil y contrario a la propia visión personal- es como un viajero que pierde la brújula", aseguró Francisco, en un discurso a los nuncios, con quienes mantuvo una reunión a puertas cerradas en la Sala Clementina del Vaticano .
Justo en un período marcado por los venenos destilados por el arzobispo Carlo Maria Viganò, exnuncio en Estados Unidos, que lo acusó el año pasado de encubrir a un influyente excardenal y sigue acusándolo de mentiroso, el decálogo del Papa hizo pensar en ese caso, así como en otros escándalos financieros o sexuales que hubo en legaciones pontificias.
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Antes de iniciar su discurso, el Papa recordó a monseñor Léon Kalenga Badikebele, nuncio apostólico en la Argentina, de la República Democrática del Congo, que murió anteayer en esta capital por un cáncer fulminante. En su decálogo el Papa subrayó en primer lugar que "el nuncio es un hombre de Dios". Esto significa "seguir a Dios en todo y por todo", explicó. Y dio ejemplos: "El hombre de Dios no engaña al prójimo, no cae en el chismerío y las maledicencias" y busca ser santo. En segundo lugar, indicó, "el nuncio es un hombre de Iglesia" y deja de serlo cuando maltrata a sus colaboradores. "Es triste ver que algunos nuncios afligen a sus colaboradores con los mismos tratos que recibieron de otros nuncios cuando eran colaboradores", dijo. "Es feo ver a un nuncio que busca el lujo, la ropa y los objetos 'firmados' en medio de gente a la que le falta lo necesario".
El nuncio "es un hombre de celo apostólico", que debe predicar el Evangelio, señaló, en tercer lugar. En cuarto, indicó que "el nuncio es un hombre de reconciliación", que debe mediar y tratar de ser imparcial y defender la justicia y la paz "sin dejarse involucrar negativamente". No puede encerrarse en la nunciatura y evitar encontrarse con la gente.
"El nuncio es un hombre del Papa", aseguró en quinto lugar. Destacó que debe "estar cerca de los fieles, de los sacerdotes y de los obispos locales". "Debe informar continuamente al Papa sobre las diversas situaciones y sobre los cambios eclesiásticos y sociopolíticos del país al que fue enviado", sostuvo. Esto recordó el escándalo que hubo en Chile por abusos sexuales, del cual el Papa estaba desinformado.
"El nuncio es un hombre de iniciativa", fue el sexto "mandamiento" del decálogo; "de obediencia" (séptimo); "de oración" (octavo); "de caridad con obras" (noveno) y, finalmente, "de humildad" (décimo).
Por: Elisabetta Piqué
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