El Papa Francisco se metió de lleno en la elección del año próximo y busca apuntalar una "gran" interna peronista en la provincia de Buenos Aires, que podría configurarse con un choque entre Cristina Kirchner y Florencio Randazzo.

Se trata de una estrategia que sale al cruce del plan del gobierno de Mauricio Macri que consiste en partir al PJ en varias listas, para poder ganar la provincia.

El Sumo Pontífice le pidió a Julián Domínguez que esté activo en esta nueva etapa del peronismo, donde promueve una "gran interna" para definir los candidatos de las elecciones del año próximo, como única manera de "encontrarle una salida" a la situación actual de predominio político del macrismo, que -es evidente- no es del agrado del Papa.

El pedido del ex diputado coincide con lo planteado ayer por unos 50 intendentes peronistas en un encuentro en Lobos. Como adelantó LPO, los alcaldes dejaron en claro que el gobierno buscará dividir al peronismo como estrategia electoral y realizaron un fuerte gesto de unidad que trascendió las distintas tribus. Acaso también hayan recibido algún guiño del Vaticano.

Randazzo se pasó los últimos dos meses en reunión con el ex ministro Arslanián, analizando los posibles flancos de su gestión, previendo que si juega podría recibir un carpetazo del Gobierno o incluso del massismo.

Los armadores políticos del PRO piensan en cuatro listas: una oficialista; otra encabezada por Massa; otra por Cristina; y una cuarta liderada por Randazzo y los intendentes.

Con ese mandato, el ex presidente de la Cámara de Diputados aseguró hoy que “el peronismo tiene que ser profundamente democrático” y agregó que “nadie con una lapicera puede resolver el futuro de Juan o de Pedro, sino que la organización del peronismo la debe resolver el pueblo en una interna en todos los territorios”.

En declaraciones radiales, Domínguez dijo que “hoy nadie puede hablar en nombre del pueblo. ¿Después de una derrota política quien puede juzgar?”, dijo.

“Nos faltó un proceso de democratización interno”, subrayó el titular de la Cámara de Diputados. Y aseguró que “es momento de abrazar el futuro y resolverle los problemas a la gente”.

Francisco conversó con Domínguez hace pocos días y le pidió que el peronismo salde las fracturas internas y avancen en un camino de unidad. El ex diputado le recordó que el año pasado él jugó una interna que terminó en una derrota con denuncias de fraude. “El peronismo es así. Hay que pelearla”, le respondió el Papa.

El jefe de la Iglesia católica le manifestó además su malestar con Sergio Massa, por trabajar en un armado por afuera del peronismo y le pidió al ex diputado que avance en un acercamiento con Randazzo.

 Domínguez había visitado al ex ministro del Interior, en sus flamantes oficinas de la calle Bolívar, a metros de Plaza de Mayo, en donde ya desfilaron varios dirigentes del peronismo.

En las últimas horas, el ex ministro del Interior mantuvo una serie de reuniones con el ex juez León Arslanián. Ambos estuvieron analizando expedientes de la gestión de Randazzo durante el gobierno de Cristina Kirchner.

Es que ‘El Flaco’ teme carpetazos por el lado del gobierno y del propio Massa. El ex ministro siente la presión del gobierno y sabe que esos carpetazos quedarían en la nada si avanza en la promovida ‘cuarta lista’.

En las últimas horas una serie de allanamientos en las oficinas de Trenes Argentinos Operadora Ferroviaria (SOFSE) preocuparon a resabios del randazzismo que resisten en esa empresa.