Gianni Infantino tuvo una charla con el pontífice y le prometió trabajar por el desarrollo. Francisco insistió con "limpiar caminos, educación e integración social". Y recibió la medalla del Real Madrid y una remera con su nombre.
En un diálogo privado y espontáneo, el Papa Francisco pidió al presidente de la FIFA, Gianni Infantino "limpiar los caminos" y "poner las cosas en orden, con honestidad" en el órgano rector del futbol mundial.
El encuentro -que duró unos 15 minutos- tuvo lugar la tarde del pasado domingo en una sala del Aula Pablo VI del Vaticano, pero las imágenes del mismo fueron distribuidas por la Santa Sede apenas unas horas atrás.
Infantino asumió la presidencia de la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) en febrero pasado tras el escándalo de corrupción que golpeó al organismo y precipitó la caída de su antecesor, Joseph Blatter.
En su diálogo con el pontífice, el dirigente le entregó una de las medallas del campeón de la última Champions League, jugada en Milán el pasado fin de semana. "Unas 29 se fueron para el (Real) Madrid y esta es para usted", le dijo, mientras se la entregaba.
"Muchas gracias, muchas gracias por lo que hacen", le respondió Jorge Mario Bergoglio. Infantino, quien habló un español fluido, también le obsequió una remera blanca con el logo de la FIFA y el nombre Francisco estampado en la espalda.
De repente el Papa exclamó: "Limpiar caminos, poner las cosas en orden, honestidad. El fútbol es un arma, en el buen sentido, educativa, de integración social con los chicos".
"Es lo que podemos hacer juntos, Su Santidad", replicó el dirigente. "Educar, integración social", insistió el pontífice. "Ese es mi proyecto, también la educación y el desarrollo", apuntó el presidente de la FIFA.
Entonces el líder católico reforzó su comentario: "Bueno, usted puede con el futbol ir adelante, mostrando honestidad y limpieza, ofreciendo todas estas posturas".
"Queremos hacerlo", asintió el dirigente suizo, quien estuvo acompañado por su madre y su esposa Leena Al Ashqar, antes de oír una broma del Papa, quien lamentó "no poder colaborar" porque él "ya no juega". "Yo tampoco", apuntó su invitado, mientras todos reían.
La cita se dio poco antes de la ceremonia de clausura del congreso internacional de "Scholas Occurrentes", una fundación pontificia que trabaja en el desarrollo de la juventud a través de la tecnología, el deporte y las artes.
Ese organismo convocó, a instancias del Papa, un Partido Interreligioso por la Paz que se jugará en La Plata el próximo 10 de julio y que reunirá a ex estrellas y jugadores en activo del balompié mundial por causas benéficas.
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