“Nosotros compartimos la responsabilidad colectiva de educar a los jóvenes a la importancia de los principios que sostienen el orden social.
Transmitir esta preciosa herencia a nuestros hijos asegurará un pacífico y próspero futuro en favor del desarrollo humano integral", lo dijo el Papa Francisco la mañana del jueves 14 de diciembre, al recibir a los nuevos Embajadores – no residentes – acreditados ante la Santa Sede, procedentes de Yemen, Nueva Zelanda, Suazilandia, Azerbaiyán, Chad, Liechtenstein, India, en ocasión de la presentación de sus cartas credenciales.
Diálogo y comprensión en la diversidad
En su discurso, el Santo Padre saludó y alentó a los representantes diplomáticos al inicio de su nueva misión. "Soy consciente de la diversidad de los Países que ustedes representan – afirmó el Pontífice – y de las diferentes tradiciones culturales y religiosas que caracterizan la historia de cada una de sus Naciones".
"La Comunidad Internacional – señaló el Papa – afronta una serie de complejas amenazas a la sostenibilidad ambiental y en relación a la ecología social y humana del entero planeta, como las amenazas a la paz y a la concordia que derivan de ideologías fundamentalistas violentas y de conflictos regionales, que muchas veces aparecen bajo intereses y valores opuestos". En este sentido, precisó el Papa Francisco, se debe recordar que la diversidad de la familia humana no es por sí misma una causa para el desafío de la coexistencia pacífica.
Diálogo y solidaridad condiciones para el bien común
Así mismo, el Papa Francisco recordó a los diplomáticos que, el diálogo juega un rol importante en el permitir a la diversidad ser vivida de modo autentico. "Una comunicación respetuosa conduce a la cooperación – afirmó el Pontífice – especialmente para favorecer la reconciliación donde ella es más necesaria. Esta cooperación a su vez es de ayuda a aquella de la solidaridad que es la condición para el crecimiento de la justicia y para el debido respeto de la dignidad, de los derechos y de las aspiraciones de todos". Por ello, el Santo Padre alentó a los Embajadores a comprometerse en el diálogo y la cooperación como el signo distintivo de toda institución de la Comunidad Internacional en favor del bien común.
Diálogo y reconciliación en favor del desarrollo humano
Además, el Obispo de Roma señaló a los nuevos representantes diplomáticos que, la promoción del diálogo, de la reconciliación y de la cooperación no pueden ser presupuestas. "El delicado arte de la diplomacia y el arduo trabajo de la construcción de una nación – recordó el Pontífice – deben ser nuevamente enseñados a las nuevas generaciones". Nosotros compartimos la responsabilidad colectiva de educar a los jóvenes a la importancia de estos principios, dijo el Papa Francisco, que sostienen el orden social. Transmitir esta preciosa herencia a nuestros hijos – concluyó – asegurará un pacífico y próspero futuro en favor del desarrollo humano integral.
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